El número de ejecuciones hipotecarias en España se ha visto reducido en los últimos años, pero el problema sigue siendo una realidad que sufren muchas familias.
Valencia Noticias | Redacción.- Una de las peores consecuencias que ha sufrido nuestro país tras la crisis económica, ha sido la lacra de los desahucios, donde familias enteras se han visto empujadas a la marginación y a buscar el amparo de terceras personas. El margen que poseen para actuar sin tener vivienda supone que los afectados acaben teniendo la sensación de haber fracasado en la vida, y que en muchas ocasiones, esto sea el causante de depresiones que no les dejan levantar cabeza y enfrentarse a este tipo de injusticias. Por suerte para estos afectados, la sociedad cada vez está más sensibilizada con este gran problema, reflejándose en la opinión pública como uno de los problemas principales a los que nos enfrentamos hoy en día. Esto ha hecho mover ficha a los políticos y a los bancos en busca de soluciones, aunque no en todos los casos. La lacra de los desahucios sigue ahí, y queda mucho por hacer de aquí en adelante, sobre todo en las comunidades autónomas más afectadas por este desastre, Cataluña, Andalucía, y la Comunidad Valenciana.
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La sociedad civil ha buscado formas de parar miles de desahucios, desde la ayuda de los vecinos y amigos de las familias evitando su expulsión, hasta por los cerrajeros negándose a participar, pasando por movimientos sociales como Stop Desahucios o por la misma policía que negándose a ejecutarlo. Estos actos marcan la diferencia y mandan un mensaje claro a nuestros políticos, que esto hay que pararlo cuanto antes. Hace dos años, la Comunidad Valenciana lideraba el número de ejecuciones hipotecarias de toda España, siendo Alicante la provincia más afectada con hasta el doble de desahucios por habitante que Barcelona, pero a día de hoy está entre las tres primeras comunidades autónomas por detrás de Cataluña y Andalucía, con una media de 29 desahucios al día. Esto puede considerarse una buena noticia para el conjunto de los Valencianos, pero no es para nada suficiente. Alicante ha conseguido reducir el número de desahucios en este último año, aunque la provincia de Valencia y la provincia de Castellón no corren la misma suerte.
En Alicante conocemos bastantes casos donde los trabajadores de cerrajerías se han negado a ser partícipes de este problema, como cerrajeros benidorm o también cerrajeros elche. En San Vicente del Raspeig, un municipio al noroeste de la provincia de Alicante, también encontramos casos similares donde cerrajeros san vicente del raspeig han pensado en sus convecinos a la hora de decidir, como profesionales de la cerrajería, qué hacer en estos casos. Al ser Alicante la más afectada, la sociedad civil ha respondido con este tipo de actos con más fuerza, pero no sólo podemos observar estos comportamientos en esta provincia, sino en las otras dos de la Comunidad Valenciana. En Castellón encontramos cerrajeros en Castellón de la Palma que también se negaron a participar, y en la provincia de Valencia, podríamos destacar actos similares de cerrajeros gandia. Gracias a gente concienciada y comprometida como estos cerrajeros de toda la Comunidad Valenciana, muchos afectados se han visto con una segunda oportunidad en el horizonte para rehacer sus vidas, ganando tiempo para así encontrar una salida lo menos dañina posible a su situación.
Por último, cabría decir que la recuperación económica tras una crisis tan profunda en nuestro país debería materializarse en la reducción drástica de las ejecuciones hipotecarias, una recuperación que se percibe cada día más, pero que pasa por alto ciertos problemas que parece que llegaron para quedarse pasada la crisis económica y social vivida estos últimos 8 años.