Los siete cuerpos estaban en una caja encontrada en una de las habitaciones de la vivienda de Wallenfels, en Oberfranken (Baviera), cuyos actuales inquilinos, en plena remodelación del inmueble, han hecho el terrible hallazgo. Algunos de los restos, según ha informado la policía, se encuentran muy deteriorados «por el paso del tiempo». Los forenses de la Fiscalía de Coburgo se han hecho ya cargo de los cadáveres de los lactantes y comenzarán este viernes mismo las autopsias, aunque no esperan poder ofrecer resultados concluyentes hasta principios de la próxima semana.
Los cuerpos de al menos siete bebés fueron encontrados en casa de una pareja en Wallenfels, un pueblo del sur de Alemania, cerca de la frontera con la República Checa.
La información sobre cómo ocurrió el hallazgo no está clara.
Según la policía, una mujer de la localidad halló uno de los cadáveres el jueves por la tarde y llamó al teléfono de emergencias.
Y según esta versión, después los agentes accedieron a la casa y encontraron más cuerpos en una de las habitaciones.
Aunque otras fuentes han informado de que fue un doctor el que hizo el hallazgo, tras acudir a la casa en respuesta a una llamada de emergencia.
De acuerdo a ambas versiones, son al menos siete cuerpos.
“Mala condición”
Los cadáveres están siendo analizados por los forenses.
Pero las conclusiones no serán inmediatas, debido a la “mala condición de los cuerpos”, advirtieron los expertos.
Así, no esperan tener los resultados antes de la semana que viene.
Las autoridades aún no han podido encontrar a la antigua dueña de la casa, una mujer de 45 años, pero informaron que están interrogando a varias personas.
Y tampoco han podido aclarar cuánto tiempo llevaban muertos los bebés ni si vivía alguien en la casa.
Aunque los medios alemanes reportan que en la casa vivía una pareja con varios hijos y que recientemente se separó.
Varios casos en los últimos años
El alcalde de la localidad, Jens Korn, explicó al medio digital Franken.de que los vecinos están “atónitos”.
“Que este incidente haya ocurrido en este pequeño y seguro mundo ha dejado a la gente conmovida y triste”.
En Alemania han tenido lugar varios casos de infanticidio en los últimos años.
El año pasado una mujer fue encarcelada por matar a dos de sus tres hijos y por esconder sus cuerpos en el refrigerador.
Años antes, en 2005, la policía encontró los cuerpos de nueve recién nacidos metidos en macetas en un pueblo alemán fronterizo con Polonia.