Los actores Fernando Guillén Cuervo y Ana Milán llegan al Teatro Olympia de Valencia “salvajemente cómicos” con la primera adaptación teatral del aclamado best-seller de Tom Sharpe ‘Wilt. El crimen de la muñeca hinchable’ para reírse de todos los “estamentos sagrados” como el matrimonio, la educación, los ricos, los pobres, los estudiantes, los profesores, la policía, el consumismo, las modas, personas de derechas, de izquierdas o sin ideología y hasta la comida de perros para mostrar una sociedad ‘perdida’.
El montaje, que estará en la capital del Turia desde este jueves y hasta el domingo 13 de enero, tras cuatro meses de éxito en Madrid, ha sido presentado esta mañana por la pareja protagonista, que forma equipo con un elenco que completan los actores Ángel de Andrés, Koldo Losada y Aitziber Garmendia bajo la dirección de Garbi Losada.
A pesar de estar escrita en 1976, la novela en la que se basa la obra presenta con humor temas de “máxima actualidad” en la sociedad que nos rodea, ha asegurado Guillén Cuervo. Para el intérprete, Sharpe fue todo un “visionario”, además del autor que le ha hecho regresar volver al teatro después de 17 años “un poco perezoso” sin pisar un escenario, ha confesado.
Henry Wilt es un hombre frustrado, su única válvula de escape es fantasear en lo feliz que sería se pudiera librar de Eva, su mujer. En una fiesta de unos amigos franceses se producen una serie de extraños incidentes, entre ellos la aparición de una muñeca hinchable en cuya compañía sorprenden a Henry. Al llegar a casa, borracho y avergonzado, descubre que su mujer se ha marchado dejándole una nota y un paquete con la muñeca. Wilt monta en cólera y fantaseando con que se trata de Eva la tira a una zanja. Pero alguien le ve y avisa a la policía. El enredo está servido.
Sobre un espacio vacío se suceden infinidad de lugares ambientados gracias a dos pantallas gigantes que permiten al público entrar en todo tipo de escenarios donde el autor “pone la puntilla” en todos los aspectos de una sociedad muy parecida a la actual con un texto tan surrealista y divertido que en ocasiones ha llevado a sus protagonistas a “peligro máximo” de no poder continuar con la función de la risa que les provoca, ha admitido Milán.
Por otra parte, preguntado por la tendencia a la privatización de los teatros públicos, Fernando Guillén Cuervo ha manifestado que “todo depende de la gestión” pero en cualquier caso ha criticado la “ultrapriviatización de todo en la sociedad” como tendencia que se está imponiendo.
El actor ha defendido por un lado “un ámbito privado que estimule la competencia” y por otro, que “el Estado tiene que asegurar un ámbito público al ciudadano”. “Es misión de los gobernantes ha continuado, poner gente competente al frente de los departamentos de cultura y de los teatros públicos” así como garantizar el Estado de Bienestar.
Además, “me gustaría que se diera marcha atrás con el IVA en el teatro. El Gobierno gana poco y se hace mucho daño a un sector concreto”, sentenció.
En la misma línea, Ana Milán ha lamentado el “hachazo brutal a cosas que son tanto o más importantes que el teatro. Pero además, un país sin cultura es un país muy pobre y un Gobierno que no protege la cultura es un gobierno dispuesto a que su pueblo sea pobre de pensamiento”.
Para la actriz, una de las lacras que llevamos arrastrando desde hace años es que “no interesa que el pueblo piense” porque “los jóvenes cuando piensan se convierten en personas muy poderosas y ahora mismo interesa más tener gente vulgar, que no piense, que no lea a los grandes, que ten hablan de dignidad y valores que son muy importantes”. “Estamos en un momento muy peligroso de no pensar”, insistió.
De hecho, “estamos en un país que lejos de ser reactivado está siendo pisado y van pisando sectores y sectores”. Esta obra por ejemplo, viene a Valencia cuatro días. “¿Cuándo un éxito viene a Valencia cuatro días? ¡Mínimo venía 15!” pero “ahora da susto porque el empresario no está protegido ni financiado”.
A su entender, “la lacra de España siempre han sido los gobernantes y así será hasta el final de los tiempos porque no sabemos salir a la calle de verdad. Somos fanfarrones de bar” y eso que “somos maravillosos para muchas cosas”, concluyó.
VLCCiudad/Redacción