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Unos granjeros neozelandeses hicieron el desafío. Solo uno pudo completarlo
Jamie Grainger creyó que sería divertido. Sus amigos, mucho más. Fue por eso que decidieron apostar mil dólares a que no podría aguantar 30 segundos desnudo sentado sobre un panal repleto de abejas.
El desafío fue realizado en una zona rural de Nueva Zelanda, y el joven granjero debía soportar las picaduras de los insectos durante medio minuto y así quedarse con la recompensa. “No fue placentero, pero fue ciertamente divertido”, reconoció Grainger.
El reto fue diseñado por otro apicultor, Aurel Braguta, quien le propuso esa extraña apuesta a su amigo. ¡Quien aceptó gustoso! Braguta había intentado el experimento, pero no toleró más de 19 segundos, consignó The New York Post. “Como puedes imaginar, tu culo se hincha”, se rió tras ganar los mil dólares.