En la Festividad de San Vicente Mártir en la Misa estacional en la Catedral de Valencia
- “El testigo no es el que hace sufrir a los otros por la verdad. Sólo el testimonio luminoso y veraz puede atraer a los hombres de nuestro mundo a Cristo”
- La Catedral de Valencia ha tenido un aforo completo, con presencia de autoridades valencianas que han participado también en la procesión por los lugares vicentinos
Archidiócesis de Valencia, 22 enero.- El Arzobispo de Valencia. Enrique Benavent ha afirmado hoy que ”estamos llamados a dar testimonio de la fe, a dar razón de nuestra esperanza, con mansedumbre y respeto. Ese testimonio de la fe aunque nos lleva muchas veces a no estar de acuerdo con muchos de los criterios y valores que predominan en nuestra cultura, no consiste en condenar a nadie ni en ir contra nadie, sino en manifestar al mundo la alegría que tenemos de haber conocido a Cristo”.
En su homilía en la misa estacional en honor al patrón de la Comunidad Valenciana, San Vicente Mártir, celebrada en la Catedral de Valencia, Mons. Benavent ha señalado que “el testigo no es el que hace sufrir a los otros por la verdad, sino el que está dispuesto a sufrir por el Evangelio. Sólo ese testimonio luminoso y veraz puede atraer a los hombres de nuestro mundo a Cristo”.
El Arzobispo de Valencia ha añadido que “vivir este testimonio nos exige hoy a los cristianos fidelidad en la fe, en las dificultades, en las pruebas, tanto si estas vienen de fuera de nuestro mundo, o también si nacen de dentro de cada uno de nosotros”.
Mons. Benavent ha assenyalat que “som Cristians, tenim fe, pero per molts creients que siguem ningú no esta mai segur de que per les seues forçes conservarà la fe, perseverar en ella, es una gràcia de Déu. No sabem en quines circumstàncies de la vida ens trobarem , no sabem en quines situacions haurem de viure la fe. L’exemple del nostre patró té que ser una cosa que ens ajude a perseverar en la fe y a véncer les dificultats que es poden presentar en el camí de la vida a cadascú de nosaltres en la nostra fe”.
El Arzobispo ha afirmado que “el mártir cristiano no da la vida por unas ideas. Ciertamente esa fe debe llevar un compromiso por la justicia y por la verdad, y en la Iglesia encontramos mártires que destacaron por defender los derechos de los últimos y de los pobres”.
Mons. Benavent ha añadido que “todo ese compromiso tiene una fuente y un motivo, es la amistad con Cristo lo que está en la base de todo. Es entregando la propia vida como se puede transmitir el tesoro de la fe a los demás. Solo así, si a la transmisión de la fe acompañamos la entrega de la propia vida podemos evangelizar nuestro mundo”-
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Poniendo como ejemplo la fama del diácono San Vicente, ha asegurado que “vencer no estuvo en sus propias fuerzas sino en la fuerza y en la fortaleza de la gracia que Dios le dio y le permitió vencer el miedo al juicio y a la muerte, por ello, la razón última que le lleva a aceptar el sufrimiento hay que buscarla en la relación que se establece entre el cristiano y Cristo. El diácono Vicente no dio la vida por unas ideas filosóficas derramo su sangre por confesar a Cristo. Es el Señor la única razón que para un cristiano justifica la entrega de la vida”.
El Arzobispo ha recalcado que “la celebración de hoy es para agradecer a Dios el don de la fe que nos abre la puerta de la vida eterna. El martirio es la manifestación de una fe madura, que ha llegado a su plenitud”.
El Arzobispo Benavent ha enfatizado que “hoy celebramos con gratitud la memoria del santo diácono y mártir Vicente, que al entregar su vida nos dio el don de la fe. Quien ama la propia fe, agradece a Dios el don que ha supuesto para la Iglesia el testimonio de los mártires” El diácono Vicente no temió las amenazas de los que le juzgaron derramó su sangre por confesar a Cristo y entró en el reino de los cielos. Se sintetizan en estas pocas palabras, lo que ha significado su testimonio y lo que significa el testimonio de los mártires”, ha indicado.
Misa en rito hispano-mozárabe en “La Roqueta”
La Catedral de Valencia ha tenido un aforo completo, concelebrada con los obispos auxiliares y eméritos, con presencia de numerosas autoridades valencianas que han participado también en la procesión por los lugares vicentinos, ya que tras la celebración litúrgica, la imagen de madera plateada de San Vicente Mártir, del siglo XVIII, ha sido trasladada en procesión por los lugares en honor al Santo diácono, por la plaza de la Reina, calle del Mar, Avellanas, plaza del Arzobispado y plaza de la Almoina para regresar de nuevo a la Catedral. La parroquia de Cristo Rey de Valencia, primitiva basílica sepulcral del santo, conocida como “La Roqueta”, acoge la tradicional misa en rito hispano-mozárabe.
San Vicente Mártir es patrono de la archidiócesis de Valencia y, también de la propia capital valenciana, del distrito de Benimàmet, de las localidades de Guadassuar y Corbera y es titular, igualmente, de las parroquias de la pedanía de Venta de Gaeta, en el término de Cortes de Pallás, y de la del faro de Cullera.