Un espectáculo íntimo y expresionista con el que la coreógrafa granadina se consagra como una de las mejores intépretes del panorama dancístico y flamenco actual. ‘¡AY!’, ha supuesto el reconocimiento nacional e internacional de la coreógrafa granadina y que la prensa define como ‘pura poesía’.
La cita, en el Teatre Auditori de Catarroja, el sábado 18, a partir de las 20:00 horas.
‘¡AY!’, espectáculo estrenado en Londres en 2013, supone un punto de inflexión en la carrera artística de la bailaora y coreógrafa granadina ya que es la primera vez en su carrera que se enfrenta al escenario sin cuerpo de baile. Un hecho que le ha valido el Premio Max de las Artes Escénicas como Mejor Intérprete Femenina de Danza y la nominación a los National Awards de Gran Bretaña y que la han confirmado como una de las coreógrafas e intérpretes imprescindibles en la escena nacional e internacional.
‘¡AY!’ fue la primera creación de Eva Yerbabuena tras un receso por maternidad que la mantuvo retirada de la escena trece meses. Un tiempo que, según la coreógrafa, le ha servido para tomar distancia y analizar lo que ocurre a su alrededor. El resultado de este proceso reflexivo, de sus miedos y de sus inquietudes; y de la superación personal es un espectáculo que, vertebrado por cante y toque, la coreógrafa ahonda en nuevos lenguajes dancísticos.
En esta producción, Eva Yerbabuena ha contado con un elenco de primer nivel. La dirección y composición musical corre a cargo de Paco Jarana. El cante lo ponen las voces de José Valencia, Enrique el Extremeño y Juan José Amador, y Antonio Coronel, a la percusión. Además, Yerbabuena ha querido contar por primera vez en su carrera con un violín, el de Vladimir Dmitrienco. Dos elementos muy importantes para la puesta en escena son la iluminación, un diseño de Fernando Martín; y el vestuario, de López de Santos.
‘¡AY!’ es una producción íntima e intimista en la que “el color lo ponen la música y las luces” según lo define Eva Yerbabuena, que muestra sus reflexiones “a través de la danza, de la música y con elementos de escenografía muy sencillos: una mesa y una silla, simples adornos con los que interactúo, igual que interactuamos con la situación actual”. Su intención, “muy simple: buscar el equilibrio entre lo que nos va deparando la vida y cómo vamos haciendo frente a los problemas. Con ello, quiero mostrar que las cosas no van por derecho y que la vida sigue un camino”.
Con un amplio recorrido, ‘¡AY!’ ha tenido especial trascendencia para la crítica, nacional e internacional. Silvia Calado, de Flamenco World, lo califica como poesía, “apenas un suspiro de anhelo, la mínima expresión de la queja, la síntesis de la emoción” y destaca la ausencia de ornamentos o máscaras en la que Eva Yerbabuena se muestra tal cual. Así lo recoge Donald Hutera en The Times, para quien ‘¡Ay!’, “muestra a la bailaora poderosa y casi sobrenatural, en plena forma (…) que cala hasta los huesos”. “Yerbabuena siente la música como la esencia misma del flamenco, que parece dibujar sonidos directamente en su alma. (…) Se muestra a sí misma como una excelente intérprete de flamenco, en plena forma y con un juego de piernas a la vez preciso y matizado”, cuenta Sanjoy Roy en The Guardian.
‘¡AY!’ se estrenó en la décima edición de Flamenco Festival en Londres, en marzo de 2013.
Hasta la fecha, se ha representado, entre otros escenarios, en el City Center de Nueva York, al Mercat de les Flors de Barcelona o al Teatro Villamarta de Jerez durante el Festival de Flamenco de 2014. Además, Eva Yerbabuena ha recibido el Premio Flamenco Hoy como Mejor Bailaora 2013; el Max como Mejor Intérprete y ha sido nominada a los National Awards de la crítica Británica como Mejor Intérprete Femenina de Danza.
El Péndulo de VLCNoticias
Es nuestra arma para acabar con la impunidad de los más poderosos.
Te necesitamos a ti también para seguir haciendo un periodismo libre de presiones políticas y económicas
Hay mucho trabajo detrás de una noticia. Contrastar fuentes, redactar, analizar, recabar información… Pero todo esto implica unos costes muy altos, porque aunque parezca una obviedad, hacer buen periodismo, en estos momentos, es complicado.