La Iglesia del Patriarca se llenó para comenzar oficialmente las fiestas en honor del Corpus Christi de la ciudad de Valencia. El tradicional sonido del tabal i la dolçaina daba la bienvenida a todos los asistentes, que se entremezclaban entre socios de “Amics del Corpus” y gente de apie, de la que acude al Patriarca a oír misa.
Custodiando la puerta de entrada una pareja de la Policia Local vestida de Gala esperaba el momento en el que entrase la comitiva. Así el Arzobispo D. Carlos Osoro entraba en el templo acompañado por el concejal de Fiestas, Francisco Lledó; Baltasar Bueno, pregonero, y Antonio Rosell, presidente de Amics del Corpus.
Además miembros de otras localidades como Lluxent o Almàssera, representados por sus alcaldes, Alboraia, la Junta Mayor de la Semana Santa Marinera, la Cofradía del Santo Cáliz e incluso la Agrupación deMoros y Cristianos del Marítimo se sumaron a la cita.
Tras la misa oficiada por el prelado Carlos Osoro finalizó con unas palabras de ánimo en estos momentos que atraviesa la sociedad, “vivir el Misterio de la Eucaristía debe ayudar a superar los malos momentos” matizó así con este mensaje de esperanza.
Era el turno del pregón y tras las palabras del Secretario de Amics del Corpus que leyó el acta de nombramiento del pregonero, y la semblanza realizada por el presidente de la asociación Antonio Rosell, era el turno de escuchar el magnífico pregón preparado por Baltasar Bueno.
Un pregón dinámico, sencillo y muy didáctico. Alternando la lengua valenciana con el castellano, Bueno arrancó con datos concretos “hace 657 años se celebra la procesión del Corpus” y en referencia al carácter festivo dijo “los valencianos somos barrocos, mediterráneos, anem de festa en festa y no hay que olvidar que el Corpus es “la festa grossa”.
También hizo referencia a la gran tradición Eucarística que existe en poblaciones como Almàssera, Lluxent, Alboraia, Montcada, Torreblanca, Algemesí y Silla y como gran referencia para dar cuenta de la importancia de la fiesta destacó “en 1893 se celebró el primer congreso eucarístico en Valencia y además tenemos el Santo Cáliz”.
Destacó que “ en toda Europa no se hace otra procesión con tanta solemnidad y mayor regocijo. Valencia es una gran comunidad cristiana, desde sus primeras civilizaciones prueba de ello es que estamos en la Capilla del Corpus levantada por San Juan de Ribera dedicada a la Eucaristía y qué casualidad que sea donde Amics del Corpus comienza la fiesta”.
Destacó la importancia de la Iglesia pero también del ayuntamiento“ en su día la Iglesia, concretamente San Juan de Ribera realizó una actividad especial debido a la gran islamización, de ahí la alta fe y devoción en la Eucaristía. Por ejemplo muchos pueblos de Valencia con raíces árabes, no tienen patrona pero sí rinden devoción al Cristo y a la Eucaristía”.
El milagro de Lluxent
Defendió el origen de la fiesta de la Eucaristía, concretamente en la población de Lluxent con el Milagro de los Corporales, perfectamente documentado en 1261. “ El milagro de Lluxent obligó al Papa a decretar la festividad del Corpus que curiosamente en Valencia tardó 100 años en celebrarse gracias a otro milagro el “dels peixets” a caballo entre Almassera i Alboraia”.
También abogó por la importancia del ayuntamiento en la festividad del Corpus “en aquellos tiempos el Consell de la Ciutat buscó fórmulas para mejorar la convivencia entre los judíos y los cristianos y se ofreció para pagar los gastos de la procesión del Corpus. Así hasta nuestros días de manera continuada. Por esta relación judía se entiende que la gran mayoría de la procesión se dedique al Antiguo Testamento”.
A la teología
La tercera parte del pregón Bueno la dedicó a la Teología, como no podía ser de otra manera “ el Corpus también es teología y hay que saber perfectamente a quién se acompaña en la procesión, es un poema a la Eucaristía en el que se conjuga el dogma eclesiástico con la ciudad. Hay que inflitrar a Dios en todas las estructuras sociales y nuestra tarea es asemejarnos a Él”.
Finalizó el pregón dando las gracias y alentando a Antonio Rosell en su primer Corpus como presidente de Amics del Corpus a seguir trabajando.
Posteriormente en un conocido hotel de la ciudad, se realizó la tradicional cena donde se entregaron los títulos de Corpusiano de Honor al pueblo de Lluxent, a Jose Ramón Pons y a Baltasar Bueno.
VLC Ciudad/Juanfran Barberá