Según informa un miembro de los servicios antiterroristas franceses, “cada vez se utiliza más el paso a Bulgariaa Turquía, ya que éste es relativamente fácil y las llegadas al aeropuerto de Estambul están mucho más vigiladas”. Vesselin Voutchkov, el ministro del Interior búlgaro, confirmó hace unos días que “cientos de residentes” europeos han transitado por su país acudiendo a la llamada de la yihad.
Un francés de 28 años, de quien su sospechaba se había llevado a su hijo de tres años a una zona controlada por los yihadistas en Siria, fue interceptado el 1 de enero por la aduana búlgara cuando trataba de cruzar la frontera de Turquía en un autobús. Además de su hijo, lo acompañaba un antiguo yihadista condenado. Sin orden alguna para interrogar a este último, los búlgaros lo dejaron cruzar a Turquía, donde fue detenido en la frontera siria. Fritz-Joly Joachin, que así se llamaba el ciudadano francés de origen haitiano, era amigo de los hermanos Kouachi, autores del atentado contra la revista Charlie Hebdo.
El refuerzo del control de los aeropuertos turcos ha hecho más difícil la ruta aérea para los candidatos a la yihad, según informan varias fuentes a la agencia AFP. “Por contra, siempre es fácil entrar en Turquía por mar y por carretera”, dijo un diplomático europeo en Turquía.
Algunos de estos viajeros de incógnito llegan a Bulgaria después de tomar en Austria un primer autobús hacia Hungría y luego otro hacia la capital búlgara, Sofía, de manera que van borrando huellas en cada etapa, según Tsvetan Tsetanov, exministro búlgaro del Interior.
Frente a este desafío, el experto antiterrorista francés afirma que la colaboración con Bulgaria, país miembro de la UE, es “perfecta” y cumple “los estándares” europeos.
Gilles de Kerchove, coordinador de la lucha contra el terrorismo en la UE, recomendó el establecimiento de “controles de rutina” después de una visita discreta, el 9 de enero, a Sofía. En tres semanas esta capital, generalmente alejada de los principales canales diplomáticos, también acogió, para las discusiones sobre este tema, a John Kerry, el jefe de la diplomacia de Estados Unidos, y también a su homólogo británico, Philip Hammond, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
Desde hace ya unos meses, los autobuses que conectan Sofía con Estambul (ocho horas de viaje) “pasan el escáner”. Sin embargo, la policía búlgara todavía no puede identificar y detener a los sospechosos si no es alertada desde los países de origen, cosa que no está ocurriendo en absoluto, según lamenta el ministro Voutchkov, quien exige “un intercambio de información más serio”. En Estambul también una fuente del Gobierno señala que “hay graves problemas de intercambio de información entre los países europeos”.
VLC Noticias | Redacción