CaixaBank obtuvo en 2013 un beneficio neto de 503 millones de euros, un 119 % más que en 2012, tras culminar las integraciones contables y tecnológicas de Banca Cívica y Banco de Valencia y por el aumento de los ingresos del negocio bancario y las plusvalías por operaciones corporativas.
CaixaBank ha destinado en el último año a dotaciones un total de 7.501 millones de euros, en línea con el ejercicio anterior, de los que 4.994 se han registrado contra resultados, según la información remitida al regulador bursátil, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La entidad que preside Isidre Fainé ha alcanzado en 2013 un margen de intereses de 3.955 millones, un 2,1 % más que en 2012, por la integración de Cívica y Valencia y “la adecuada gestión de los márgenes y la liquidez”.
En cambio, el margen bruto del banco se reduce un 1,6 %, hasta 6.632 millones, y el de explotación lo hace en un 41,8 %, situándose en 1.846 millones, en parte por los costes extraordinarios derivados del proceso de reestructuración de la plantilla.
Pese a todo, CaixaBank destaca que sus gastos recurrentes se han reducido un 6,4 % en 2013 “por el intenso proceso de optimización de la estructura del grupo”, tras adquirir Cívica y Valencia.
Hasta ahora, la entidad ha contabilizado sinergias por un total de 436 millones, aunque prevé que el ahorro de costes en 2015 llegue a los 682 millones, un 9,1 % más que la previsión inicial.