Los socialistas proponen un Plan Integral para Ciutat Vella en un máximo de 6 años, revitalizando el comercio y avanzando en la recuperación de espacio
El portavoz del grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Valencia, Joan Calabuig, ha denunciado hoy la frustación que supone ver una Ciutat Vella repleta de solares y edificios abandonados sin rehabilitar y ha acusado a Barberá y Fabra de ser los responsables de este deterioro por su desidia y falta de ambición para poner en valor para los valencianos y turistas uno de los mayores y mejores centros históricos de Europa.
Calabuig ha denunciado que el convenio RIVA de 1998, que ha incumplido la mayoría de las previsiones, ni siquiera se ha renovado, dejando a un lado tanto el Ayuntamiento como la Generalitat las inversiones necesarias para recuperar edificios emblemáticos, como el colegio del Arte Mayor de la Seda, plazas como la de la Reina o la del Ayuntamiento; un itinerario peatonal y turístico desde las Torres de Serrans a Quart; recuperar el esplendor de la calle de la Paz; o entornos privilegiados como el de la Lonja por donde pasan cada día unos 10.000 vehículos, y sobre todo ha lamentado la falta de ambición para elaborar proyectos que puedan ser subvencionados por el Gobierno de Rajoy y por la Unión Europea.
“El Centro Histórico no puede ser el garaje al aire libre de la ciudad ha comentado Calabuig, y ha propuesto un Plan de Rehabilitación Integral para que en un período de seis años, y en colaboración con todas las administraciones, todos los edificios estén rehabilitados; los solares construidos con los equipamientos necesarios y que incorpore todo un conjunto de medidas para revitalizar el comercio.
Calabuig ha apostado porque se recupere la ordenanza de ayudas a la rehabilitación de edificios protegidos o con más de 40 años, que el gobierno Municipal anuló, para activar la economía y el empleo y garantizar un aspecto más saludable a la Ciutat Vella. “Es necesario que el Centro Histórico sea un reclamo turístico de primera magnitud que sea reconocido internacionalmente” ha remarcado, y para ello “hay que trabajar más en proyectos públicos pero también en el cumplimiento de la legislación urbanística haciendo funcionar el Registro de Solares y Edificios a Rehabilitar; la figura del agente rehabilitador o la Inspección técnica de Edificios” para que con las ayudas necesarias no quede ni una vivienda vacía en el Centro Histórico.
Calabuig ha avanzado algunas de las propuestas que debería incorporar el Plan Integral para la Ciutat Vella, con la construcción de equipamientos socioculturales, escolares y sanitarios como la ampliación y reforma del Instituto del Carmen; un nuevo colegio de primaria; un centro de salud o la rehabilitación de las naves industriales de la calle Gütenberg, pero sobretodo ha insistido en la necesidad de iniciar cuanto antes la recuperación de la muralla árabe y su entorno, cuyo estado de abandono sería impensable en cualquier otra ciudad europea.
“Hay que presentar al Gobierno Central y a la Unión Europea proyectos de movilidad sostenible y recuperación de patrimonio como el entorno de la Muralla Árabe, que pongan en valor turístico el potencial monumental del Centro Histórico” ha insistido y “elaborar un Plan de Revitalización cultural y comercial que contemple ayudas al comercio tradicional; a la implantación de actividades socioculturales; talleres artesanales; encuentros y eventos relacionados con la gastronomía; centros de formación de oficios relacionados con toda esta actividad, que permita impulsar la marca “Centro Histórico de València”, vinculada además a la recuperación de la Mostra de Cine y a la Trobada de Música del Mediterràni.
Por último, Calabuig ha recordado que el anterior gobierno socialista de la Generalitat con Joan Lerma impulsó la firma del primer convenio RIVA en 1992 y llevó adelante muchas de las rehabilitaciones y equipamientos que hoy tienen los vecinos, mientras la Generalitat de Fabra no solo invierte en nuevos proyectos, sino que paraliza los pocos que ha iniciado, por lo que le ha exigido finalizar las obras de la línea T-2 de y del aparcamiento de la plaza de Brujas cuya paralización ha arruinado a numerosos comercios del entorno y está perjudicando a los vendedores del Mercado Central.
“Un plazo de 6 años es más que razonable para revitalizar de una manera integral La Ciutat Vella” ha comentado Calabuig y esto nos permitirá elaborar un Plan de Fomento del Turismo que difunda la potencialidad monumental a través de itinerarios peatonales y también la cultural, comercial y gastronómica, poniendo en valor uno de los mejores centros históricos de Europa.