El menú no sólo sirve para elegir los platos, debió pensar esta joven empleada de un bar en Rusia. Harta de que un cliente se propasara con ella, lo golpeó con la carta y calló las groserías que recibía. El joven intentó entonces tocarla. Fue allí que voló por los aires y terminó en el suelo, asistido por su amigos