Este domingo 31 de marzo sumamos al reloj una hora. A las 02.00 serán las 03.00
La madrugada del sábado 30 al domingo 31 de marzo se producirá un nuevocambio de horay entrará en vigor el horario de verano. De esta manera, alas 2 de la madrugada pasarán a ser las 3. Esta modificación es parte de una directiva europea que afecta a todos los países de la Unión, y pretende aprovechar mejor las horas de luz solar y consumir menos electricidad. Sin embargo, también tiene otras implicaciones que afectan a los biorritmos de las personas, especialmente a los más mayores y a los niños, por lo que los expertos recomiendan no cambiar radicalmente las costumbres.
Dos veces al año —habitualmente el último domingo de marzo y el último de octubre—, los europeos ajustan los relojes para cumplir la directiva comunitaria 2000/84/CE. Para determinar el momento de loscambios horarios, se tuvo en cuenta el hecho de que en España existen dos horas oficiales, una para la Península y el archipiélago balear y otra para Canarias, que va una hora por detrás desde 1922.
Europa sincroniza sus relojes a la vez. Lo hace para mantener la antigua costumbre de adaptar la actividad humana a la duración del día, aunque en los últimos tiempos ha dejado de tener sentido. La Comisión Europea explica que su implantación respondió a la necesidad concreta de ahorro energético tras las guerras mundiales y la crisis del petróleo, pero que hoy en día sus presuntos beneficios son menores que los trastornos que genera.
De hecho, la Cámara aprobó el pasado martes 26 de marzo en Estrasburgo apoyar el fin del cambio de hora para 2021 por 410 votos a favor, 192 en contra y 52 abstenciones. Eso significa que los eurodiputados quieren que los ciudadanos de la UE alteren por última vez la hora en marzo u octubre de ese año, según sus países opten por mantener el horario de invierno o el de verano. Sin embargo, cada Estado miembro es soberano para decidir su horario, y algunos como Portugal ya han dejado claro que seguirán cambiando la hora tal y como le recomienda el Observatorio Astronómico de Lisboa. En España, por otro lado, la comisión de expertos puesta en marcha por el Ejecutivo ha sido incapaz de alcanzar una resolución concluyente.