El Péndulo | Redacción.- Las cuatro visitas de Cecilia Bartoli al Palau de la Música de València, desde que debutara el año 2006, sin excepción, han sido un verdadero acontecimiento musical por su voz inconfundible, la coloratura y un dominio absoluto escénico. Mañana miércoles (19:30 horas) y por primera vez en formato de recital, acompañada por el pianista Antoni Parera Fons, vuelve a la Sala Iturbi en el último concierto de su gira española con el programa “Un viaje por 400 años de música italiana”.
Se trata de un recital muy variado en el que hace un recorrido por las arias y canciones de compositores italianos o que han creado obras en lengua italiana como Giulio Caccini, Alessandro Scarlatti, Antonio Caldara, Vincenzo Bellini, Gaetano Donizetti, Gioachino Rossini, Alberto Barberis, Stefano Donaudy, E.A. Mario, Salvatore Gambardella y Ernesto de Curtis. No faltarán arias tan famosas como Lascia ch’io pianga de la ópera “Rinaldo” de Georg Friedrich Handel, O mio babbino caro de “Gianni Schicchi” de Giacomo Puccini e incluso Nel blu dipinto di blu de Domenico Modugno.
Cecilia Bartoli ha vendido más de diez millones de sus grabaciones en audio y video y se ha convertido en la artista de música clásica que más ha vendido hoy en día. Actúa en las más importantes salas de concierto de Europa, América, Asia y Australia. Trabaja habitualmente con los ensembles Akademie für Alte Musik Berlin, Les Arts Florissants y con importantes orquestas sinfónicas, como la Filarmónica de Viena, con la que ha desarrollado e interpretado diversos programas. En 2012 fue nombrada directora artística del Festival de Pentecosta de Salzburgo. Barenboim, Muti, Von Karajan y Harnoncourt apostaron por ella cuando comenzaba su carrera.
Es nuestra arma para acabar con la impunidad de los más poderosos.
Te necesitamos a ti también para seguir haciendo un periodismo libre de presiones políticas y económicas
Hay mucho trabajo detrás de una noticia. Contrastar fuentes, redactar, analizar, recabar información… Pero todo esto implica unos costes muy altos, porque aunque parezca una obviedad, hacer buen periodismo, en estos momentos, es complicado.