Valencia Noticias | Redacción.- El Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio volvió a reclamar ayer la limpieza de las malas hierbas del solar de la calle del Salvador, y plantear un proyecto que sirva para recuperar y poner en valor los restos romanos. Una reivindicación ya histórica, que ha cobrado fuerza los últimos años ante las molestias crecientes que el abandono del solar causa entre los vecinos de la zona. Este yacimiento arqueológico del siglo II – I a.C permanece abandonado en un solar situado detrás de la ampliación de las Cortes Valencianas desde que finalizó la excavación en el año 1996.
La propuesta de los vecinos y este colectivo pasa por acondicionar una placeta con ventanas arqueológicas para que lo que queda de la muralla, torreón y termas sean visibles, a la vez que estén protegidas. En el solar se hallan los restos arqueológicos más importantes de la Valencia romana, junto con los del Centro Arqueológico de la Almoina y los restos de la antigua calzada romana integrados en el edificio de la ampliación de les Corts. De hecho, dicho yacimiento está protegido como Bien de Relevancia Local (BRL) y en un entorno BIC, lo cual no ha impedido una continua falta de mantenimiento que sigue provocando el crecimiento descontrolado de malas hierbas y arbustos que lo dañan de forma grave.
Desde la asociación recuerdan que el 14 de febrero del 2013 iniciaron el expediente administrativo en el que reclamaban a las administraciones públicas la limpieza y protección del yacimiento arqueológico al estar sometido a un prolongado abandono y sin ningún mantenimiento regular. Sin embargo, y pese a las reuniones que ha mantenido el presidente de les Corts con las diferentes administraciones implicadas, a día de hoy el solar no ha sido intervenido ni tan siquiera para limpiarlo de malas hierbas, tal y como pidió por segunda vez el Síndic de Greuges el pasado mes de julio, a instancias del Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio.
Desde este colectivo temen que los restos sean cubiertos por una tela geotextil y arena porque, aunque serviría para protegerlos de las inclemencias meteorológicas, caerían en el olvido y quedarían ocultos para la ciudadanía, cuando lo más conveniente sería integrarlos en la plaza para que queden visibles a través de una ventana arqueológica, divulgarlos y hacerlos visitables, dándoles así el uso cultural, histórico y turístico que se merecen.