En el año 2010 Clara Peñalver se da a conocer con una contundente novela titula ‘Sangre’, que le valió el premio de Mejor Escritora Novel en el Festival Imaginamálaga, pero al estar bajo el cuño de un sello editorial pequeño Peñalver tuvo que esperar 3 años a que su opera prima diera un salto mayor cuando Random House Mondadori llamó a su puerta mostrando interés en que ‘Sangre’ gozará de una mayor presencia en el mercado.
A partir de entonces la carrera literaria de la autora sevillana se vio felizmente impulsada y llegó ‘Cómo matar a una ninfa’, primera novela en la que aparece el personaje de Ada Levy, una singular y aventurera aprendiz de detective privado, que demostró que puede unirse acción, violencia, buen gusto narrativo y una pequeña dosis de humor sin caer en los caminos trillados del género.
‘Cómo matar una ninfa’ supuso una bocanada de aire fresco en la narrativa del thriller urbano español y una larga legión de fans se sumó a los avatares su intrépida protagonista.
En 2014 llegaba la segunda novela de Peñalver con Ada Levy como protagonista, ‘El juego de los cementerios’, metida en una compleja y laberíntica historia que situaba al personaje en varias y difíciles encrucijadas dentro de una macabra historia. El éxito de ‘El juego de los cementerios’ no solo ha significado que Ada Levy sea ya un personaje reconocido por el lector, sino que ha colocado a Clara Peñalver como una autora significativa dentro del thriller patrio y cuyas novelas se esperan con entusiasmo.
Gran aficionada al Krav Magá (tipo de arte marcial creado por las fuerzas de seguridad del ejército israelí), charlamos con Clara Peñalver sobre ‘El juego de los cementerios’ y su próximo trabajo, justo a la salida de uno de sus entrenamientos.
El Péndulo: Me alegro que esta entrevista sea telefónica teniendo en cuenta que practicas Krav Magá. Serás una escritora a la que habrá que entrevistar a distancia.
Clara Peñalver: (risas) No, no, para nada. Bueno…, quizás para algunas entrevistas (risas). En realidad me gustaría ser instructora de Krav Magá y por eso me preparo. Es una técnica que me gusta mucho.
E.P.: Por lo que sé, creo que es una técnica muy completa y de mucho contacto físico con mucha fuerza y hasta un poco violenta.
C.P.: Pues…, cuando no estás preparado o no estás bien entrenado es una auténtica putada (nuevas risas). Es muy físico y hay que estar muy bien ejercitado, después de un entrenamiento duro te duelen hasta las cejas, de verdad.
E.P.: Creo que prefiero el Tai-Chi.
C.P.: ¡No te creas que el Tai-Chi no tiene su desgate físico! Es una práctica que tiene un gran desgate isotónico y requiere concentración. Parece suave pero tiene lo suyo.
E.P.: ¿Y cómo te sientes ahora que eres invitada a los festivales de novela negra y a los circuitos de autores de un género que ha vuelto con fuerza a las estanterías y en el que, a penas, había presencia de escritoras?
C.P.: ¿Qué se siente? Pues… mucho miedo (una nueva risa se escapa). Tienes miedo por no dar la talla, porque piensas ‘a ver si no lo voy a hacer bien’, ‘qué hago yo aquí, siendo joven a nivel editorial’, ‘por aquí pasa gente muy importante’ y… Pero luego todo es más divertido y los demás escritores te tratan con mucho respeto y con mucho cariño y…, todos te abren sus brazos y creo que cualquiera se siente cómodo así y acabas relacionándote bien con todo el mundo.
E.P.: Hasta hace algunos años las obras de la escritora Alicia Giménez Bartlett, y su personaje de Petra Delicado, gozaron de una gran popularidad, incluso hubo una serie televisiva al respecto; luego la actriz María Pujalte realizó la serie de televisión ‘Los misterios de Laura’ y…
C.P.: … Pero creo que la serie tenía un punto de humor, ¿verdad?
E.P.: Sí, eran casos policiales pero había un tono de humor dentro de la serie. Quiero referirme a que, hasta tu irrupción con la novela ‘Como matar a una ninfa’, no habíamos tenido oportunidad de disfrutar de una nueva protagonista que viviera con intensidad el thriller policial. Nos faltaba algo.
C.P.: ¿Sabes lo que me pasaba? Me ponía a leer novela negra y lo veía todo azul. Bueno es que yo separo a los personajes y a los entornos por colores y…, este color es más racional, poca presencia de emoción con ondas muy planitas y…, por mi parte soy puro nervio y creo que la gente que me rodea, aquí en Andalucía, es puro nervio pues…, me apetecía crear un personaje completamente distinto de lo que leía y…, luego sabía que me iba a encontrar gente amante de Ada Levy y gente que no la podría soportar y…, por eso decidí crear el personaje de Andrea en mi nueva novela, para que representase esa parte tradicional de la novela negra.
E.P.: Uno de los estupendos aciertos de ‘El juego de los cementerios’ es precisamente el tándem que forman Ada y Andrea. Si en la novela anterior, Ada se imponía sola frente al peligro, ahora tiene la posibilidad de coincidir o establecer puntos de contacto con una mujer muy profesional dentro del mundo policial. Tienen un contrapunto que da mucho juego.
C.P.: Sí, sí. Pretendo hacer que cada personaje tenga un caso diferente y que, a veces, acaben encontrándose y, en otras ocasiones, que cada una resuelva su caso; una a nivel de intuición, pura y dura, y la otra a nivel policial con todas esas cosas que voy aprendiendo sobre cómo funciona la policía.
E.P.: En ‘El juego de los cementerios’ pones a dos mujeres de perfiles muy distintos y creo que eso hace crecer mucho la historia, el ritmo de la novela y la personalidad de ambas. Cada una viene con sus heridas, sus cargas emocionales y sus experiencias pero van encontrando sus puntos en común.
C.P.: Pues te agradezco que me digas eso. Andrea presenta muy pocas capacidades sociales, es una mujer que ni siquiera se arriesga tener una pareja y me encanta abordar el crecimiento de las dos de una manera diferente. Cómo aprende una persona azul y cómo aprende una persona amarilla. La persona azul aprende, generalmente, observando y rompiéndole, poquito a poco, los esquemas mientras que el personaje amarillo va a aprender, por desgracias a base de tortas. Eso es precisamente lo que me gustaba. Coger y jugar con los contrapuntos, con los extremos.
E.P.: Desde la novela anterior sabemos que Ada le escribe a su psicóloga sus andanzas como fórmula terapéutica de crecimiento personal pero, a medida que Ada avanza en su trayectoria vital, tarde o temprano, el juego epistolar dejará paso a una nueva fórmula de expresión del personaje.
C.P.: Sí, sí, por supuesto. De hecho en la siguiente novela su línea de terapia se romperá porque Ada se dará cuenta que la fórmula trimestral de comunicación no le hace tanto efecto. Ella necesitará a la terapeuta hasta que esté crecida a nivel emocional, eso está claro, pero la dinámica de aprendizaje va ir cambiando en función de cómo ella vaya avanzando. A lo mejor necesita aprender algo sin necesidad de llevarse una torta, así que su evolución emocional variará según vaya creciendo su estado emocional.
E.P.: Además, el propio personaje expresa el deseo de “no necesitar una loquera”.
C.P.: Sí, eso es. Ella va a cambiar y va a tomarse más en serio lo que busca. No sabía lo que buscaba y de repente se ha dado cuenta que va a tener que ir a ello, a buscar su propia manera de ser y de reconocerse con todos sus defectos y virtudes.
E.P.: Ese valor es importante porque confirma que el personaje crece y va adquiriendo madurez.
C.P.: (risas) Creo que voy a tener que aprender de Ada (más risas). Terminaré aprendiendo yo gracias a Ada.
E.P.: De alguna forma el lector se hace cómplice del desarrollo de Ada en cada novela y eso es muy interesante.
C.P.: Me alegra un montón el comentario porque yo me he propuesto crecer a nivel de autora a la vez que crece el personaje de Ada.
E.P.: Supongo que los miles de perfiles que habitan en Clara Peñalver, incluido el de escritora, se irán mostrando en la aventura Ada, especialmente el que enfrenta a Ada con su propio pasado.
C.P.: (risas) Bueno, gracias…, pero ya en la siguiente novela obligaremos a Ada a enfrentarse a que se reconcilie con su pasado. Vamos a empezar a trabajar los cimientos. Yo ya he dejado, no sé si tú te acuerdas, pero en la novela anterior hay pequeños flecos para abrir la siguiente novela sobre el pasado de Ada. El asiento vacío que hay en el vagón del pasado l tren de ‘El juego…’ , debería pertenecer al padre de Ada pues.., no está ocupado por el padre de Ada y…, en la siguiente novela voy a tirar de ese pequeño fleco.
E.P.: Parece que el género de la novela negra está viviendo un buen momento, ¿Crees que se debe a un boom o que el lector español necesitaba ha encontrado un género que se estaba cultivando poco en España?
C.P.: Pues mira, creo que estamos en un momento de oportunidad, que nada es gratuito por mucho que haya un boom de autores americanos o europeos que llenen las librerías. En estos momentos los autores españoles tenemos la gran oportunidad de abrir nuestro rinconcito en las librerías y de conseguir esa cuota de lectores. Los autores españoles, ahora, hacemos un mapa de la realidad en la que no se había fijado nadie. Yo no podría escribir una novela negra al uso, sería un marco muy decadente y eso me afecta mucho emocionalmente. El panorama social ha cambiado y la realidad que me afecta también afecta a mi personaje. Creo que es un momento estupendo para que hablemos de esas cosas y creo que el lector se siente mucho más cómodo y mucho más atraído por una realidad, aunque juegues con la ficción, que le es próxima.
E.P.: Clara Peñalver, muchas gracias por atendernos y ya estamos deseando conocer la próxima aventura de Ada Levy para que visites Valencia y charlar de nuevo contigo.
C.P.: Pues gracias a vosotros. Sinceramente me encantó estar en Valencia donde me trataron con mucho cariño y, sí…, tengo ganas de volver y…, espero estar allí con mi próximo trabajo. Un saludo muy grande.
El Péndulo de VLCNoticias/Jimmy Entraigües.