El Péndulo | Redacción.- Mañana viernes comienza la temporada de abono del 30 aniversario del Palau de la Música con la Orquesta de Valencia, que interpretará “Goyescas” de Enrique Granados. Se trata de una ópera en versión concierto, pero con muchos elementos escénicos y de baile, que inaugura el ciclo “Música i Escena”. También se podrá escuchar la Sinfonía nº 2 de Manuel Palau. Además, la Orquesta de Valencia, que será dirigida por Cristóbal Soler, será imagen del 30 aniversario, con el lanzamiento de un flashmob protagonizado por los músicos en 30 lugares de la ciudad.
La presidenta del Palau de la Música, Glòria Tello, se ha mostrado “muy ilusionada con esta temporada tan especial, cargada de calidad y de propuestas nuevas”. En este sentido ha añadido que “la hemos iniciado por primera vez en el abono del Palau, reuniendo música y escena, comenzando un nuevo ciclo que gustará muchísimo a los melómanos y también al nuevo público. Como sabéis esta temporada abrimos nuestras puertas porque queremos que el Palau de la Música sea la casa de todas y todos”. Un programa que se completa “con una sinfonía de nuestro gran compositor Manuel Palau, a quien queremos recordar cuando se va a cumplir el 50 aniversario de su muerte”.
El programa de mañana viernes será dirigido por Cristóbal Soler, y contará también con la coodirección escénica de Jaime Pujol y Sergio Villanueva, así como las voces de la Coral Catedralicia de Valencia, la soprano Lorena Valero, la mezzosoprano Cristina Faus, el tenor Alejandro Roy y el barítono Carlos Daza.
Se trata de una representación donde la luz cambia de la luminosidad alegre y festiva del inicio, a la cierta obscuridad de la última escena, y que recuerda los cuadros de Goya, de sus etapas goyescas y de la serie negra. Además, los asistentes se encontrarán con elementos de vestuario de la época, de actitud escénica de los cantantes y con bailes muy coloridos, que protagonizarán dos bailarines clásicos en el famoso intermezzo de la obra.
Por su parte, la Sinfonía nº 2 de Manuel Palau es de 1944, y vio la luz ese mismo año en el Teatro Romea de Murcia con el propio Palau en el podio. Lleva el nombre de “Murciana”, y emplea temas de la región. En su día obtuvo el Premio de la Academia Alfonso X el Sabio de Murcia.