Un equipo de investigadores de la Universidad de Ámsterdam ha descubierto una nueva técnica para detectar mentiras con una precisión cercana al 80%. A diferencia de las técnicas tradicionales que se basan en el polígrafo o en el lenguaje corporal, esta técnica se centra en el nivel de detalle de la historia que se cuenta.
El estudio, publicado en la revista Nature Human Behaviour, indica que cuando una persona brinda descripciones detalladas de quién, qué, cuándo, cómo y por qué, es probable que esté diciendo la verdad. Por otro lado, si la persona escatima en este tipo de detalles, hay una elevada probabilidad de que esté mintiendo.
Los investigadores llevaron a cabo una serie de nueve estudios en los que solicitaron a 1.445 personas que adivinaran si las declaraciones manuscritas, transcripciones de video, entrevistas en video o entrevistas en directo sobre las actividades de un estudiante en el campus eran verdaderas o falsas. Los relatos procedían de estudiantes que habían mentido sobre el robo de un examen para una taquilla o que habían dicho la verdad sobre sus actividades en el campus.
Cuando los participantes del estudio se centraron en el nivel de detalle de los relatos, pudieron separar la verdad de las mentiras con una precisión situada entre el 59 y el 79%. En contraste, cuando se basaron en su intuición o en múltiples factores, no fueron mejores que el azar.
Los investigadores también instaron a que se pusiera atención en “el grado en que el mensaje parecía completo, concreto, llamativo o rico en detalles”. De esta manera, se puede evitar que los estereotipos se impongan sobre el análisis.
En conclusión, los resultados del estudio demuestran que, en muchas situaciones, el nivel de detalle de la historia contada es un indicador fiable de la veracidad de la misma. Esta técnica puede ser útil en diversas situaciones, desde entrevistas de trabajo hasta investigaciones criminales.