El Péndulo | Redacción.- El Teatro Romano de Sagunto recibirá los días 12 y 13 de agosto en su escenario el espectáculo ‘Reina Juana’ una producción protagonizada por Concha Velasco, dirigida por Gerardo Vera y con texto de Ernesto Caballero.
El personaje de Juana de Castilla es el de una mujer, una reina destrozada emocionalmente por sus grandes contradicciones, por su rebeldía, por su fuerte personalidad y por un enorme desequilibrio afectivo que cristaliza en ese paseo por el amor y la muerte que es su matrimonio con Felipe de Habsburgo. Y Concha Velasco, con esta función, ha llenado de vida un personaje que parece hecho a su medida.
En los últimos años de su vida, sola, recluida y apartada de la vida pública, Juana de Castilla aparece en público, que hará de confesor, para contar sus vivencias, repasar su vida, revivir todos los momentos importantes y, por supuesto, para rendir cuentas a todos aquellos que la fueron desterrando. Convertida en una sombra, primero por su marido Felipe el Hermoso, después por su padre Fernando el Católico, que la recluye en Tordesillas y, finalmente, por su hijo Carlos V, que la ignora.
Personaje muy cercano para la memoria colectiva y ampliamente revisitado por el romanticismo, se presenta en esta ocasión en formato de monólogo, como ejercicio de gran esfuerzo pero también de lucimiento para la actriz. El argumento arranca con la confesión de Juana I de Castilla ante el padre Francisco de Borja la noche anterior a su muerte. A partir de ahí, la monarca va desgranando los momentos más importantes de su vida, mientras en su divagar induce al espectador a recorrer una buena parte de la historia de España. En este gran flash-back, la reina alza la voz con lucidez contra todos aquellos que la llevaron al destierro convirtiéndola en una sombra. Todos ellos la hicieron pasar por enajenada para poder incapacitarla de sus funciones y dar rienda suelta a sus ambiciones.
Apasionada y rebelde, de temperamento indómito y transgresor, Juana de Castilla ha sido retratada reiteradamente con el adjetivo de ‘loca’, dejando de lado aristas de la compleja personalidad de la hija de los Reyes Católicos. Ernesto Caballero, autor de la obra, ha decidido dar un paso más allá para mostrar y entender a una mujer obstinada en contravenir las pautas de comportamiento convencionales. “Mi principal propósito como dramaturgo ha sido crear un personaje poliédrico, sensible y perspicaz, decidido a sobrevivir al infortunio haciéndose fuerte en los infranqueables dominios de la irrealidad y la imaginación”.
Para Gerardo Vera, el texto de Ernesto hace justicia al personaje: “Plantea desde reflexiones de una gran contemporaneidad todas las grandes preguntas de una época marcada por la intolerancia religiosa, la corrupción política y la ambición desmesurada de una monarquía absolutista cuyos ecos, por desgracia, aún resuenan en nuestros días”, y reconoce la enorme aportación de Concha Velasco al proyecto: “Es ella con su talento, su humanidad, su complicidad con el mejor teatro, su inteligencia y su total entrega desde el primer día, la luz que ilumina las partes más oscuras y dolorosas de un personaje que parece hecho a su medida”.