Científicos de una universidad de Singapur inventaron un dispositivo de dióxido de titanio que revolucionará el desarrollo de autos eléctricos
“Este descubrimiento tiene un gran impacto en todas las industrias, especialmente para los coches eléctricos, donde los consumidores tienen que soportar las continuas recargas y la escasa vida útil de las baterías”, indicó a través de un comunicado la Universidad Tecnológica de Nanyang.
El profesor Chen Xiaodong, director del equipo de investigación, afirmó que las nuevas baterías permitirán a los conductores de coches eléctricos recargar en cinco minutos, los mismos que utilizan más o menos los vehículos de gasolina.
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“Igualmente importante es el hecho de que podemos disminuir de manera drástica los desechos tóxicos que generan las baterías, ya que nuestras baterías duran 10 veces más que la generación actual”, agregó el profesor Chen.
Los investigadores de la casa de altos estudios singapuresa utilizaron un nuevo material de gel de dióxido de titanio, en lugar del tradicional grafito utilizado en el polo negativo (ánodo) de las baterías de iones de litio.
El equipo convirtió el dióxido de titanio en nanotubos, que son miles de veces más finos que el cabello humano, lo que permite una recarga mucho más rápida.
Chen indicó que ya hay una empresa realizando pruebas, y que la nueva batería estará en el mercado durante los próximos dos años.