El fenómeno de imágenes y pinturas antiguas que parecen mostrar a personas utilizando teléfonos móviles es un interesante ejemplo de cómo la percepción contemporánea puede influir en nuestra interpretación del arte y la historia. Estas interpretaciones modernas, a menudo humorísticas, sugieren viajes en el tiempo o anacronismos tecnológicos, pero la realidad es más sencilla y arraigada en el contexto histórico y cultural de la época en que se crearon las obras.
En obras como “Die Erwartete” de Ferdinand Georg Waldmüller, “Hombre entregando una carta a una mujer en el vestíbulo de entrada” de Pieter de Hooch, “La lucha por el poder soviético en Ucrania” y “Mr. Pynchon and the Settling of Springfield” de Umberto Romano, lo que parece ser un teléfono móvil es, en realidad, un objeto completamente diferente.
En el caso de “Die Erwartete”, lo que parece ser una mujer usando un teléfono móvil en realidad muestra a una persona leyendo un pequeño libro. Este tipo de libros, comunes en la época, solían ser libros de oraciones o misales. Eran pequeños y manejables, diseñados para ser llevados fácilmente a la iglesia o para la oración personal. Esta explicación es más razonable y se alinea con el contexto histórico de la pintura.
De manera similar, en la obra de Pieter de Hooch, lo que se interpreta como un teléfono móvil en manos del mensajero es en realidad una carta. Esta interpretación errónea surge de nuestra tendencia a proyectar conceptos modernos en contextos históricos.
En cuanto a la pintura que muestra la lucha por el poder soviético en Ucrania, el supuesto “teléfono móvil” es, de hecho, un teléfono de campo, un dispositivo de comunicación utilizado en contextos militares. Este error de interpretación también se basa en la tendencia a ver elementos contemporáneos en contextos donde no pertenecen.
Finalmente, en “Mr. Pynchon and the Settling of Springfield”, lo que parece ser un móvil en manos de un nativo es, nuevamente, un pequeño libro o un objeto similar de la época.
Estos ejemplos muestran cómo la interpretación de artefactos y obras de arte puede verse influenciada por nuestra propia experiencia y conocimiento contemporáneo. Es un recordatorio de la importancia de contextualizar históricamente nuestra interpretación del arte y la cultura para evitar malentendidos y anacronismos.