Una nueva edición del ya popular ‘Sopar a la fresca‘ se celebró este pasado viernes, en esta ocasión en la plaza de la Cruz del Canyamelar. Los vecinos y vecinas del Cabanyal volvieron a congregarse respondiendo a la convocatoria realizada a través de las redes sociales, de tomar el espacio público y hacerlo suyo.
Así, un espacio que a menudo presenta un aspecto degradado, este viernes volvió a recuperar su ambiente popular, con vecinos de todo tipo, estrato social y edad, cenando en medio de la plaza y disfrutado en una calurosa noche de finales de octubre de la fresca brisa que llegaba directamente de la playa.
“La Sra. Barberá debería empezar a reflexionar -reclama la Asociación de Vecinos/as de El Cabanyal – Canyamelar– sobre el callejón sin salida en el que tiene metido a nuestro barrio, tan importante para el litoral de la ciudad, en tanto ella sea la máxima responsable del gobierno de esta ciudad y siga empeñada en incumplir el contenido de la Orden del Ministerio de Cultura, que le obliga a modificar el PEPRI para eliminar acciones como las que pretende acometer con este nuevo presupuesto municipal. Sus métodos, lejos de resolver los problemas del Cabanyal, lo han empeorado”.
“No sirve soñar -comenta la asociación vecinal- en las posibilidades de la aplicación de la pena de muerte en una sociedad, que por suerte su constitución la prohíbe. Lo mismo sucede con sus proyectos para el Cabanyal. Debería dejar de pagar el alquiler del garrote vil y mandar al paro al verdugo. Sus planes municipales para el Cabanyal, los prohíbe la Ley de Patrimonio Español de 1985, que lleva más años en vigor, que ella en el gobierno de esta ciudad. No sirven como método para intervenir en un tejido histórico protegido. Lo prohibía con Zapatero y ahora lo sigue haciendo con Rajoy. Por suerte el criterio de algunas instituciones serias no cambia con el trasero de quien ocupa las poltronas y eso es lo que debe pasar con las instituciones consultivas que respaldaron la decisión del Ministerio de Cultura que posiblemente es consciente de que cometería prevaricación, si diera su brazo a torcer, ante las pretensiones de la Sra. Barberá”.
Para el colectivo vecinal del Marítim, de persistir la situación actual, un año más tendrá una partida presupuestaria con la que no podrá hacer nada ni “está dispuesta a permitir que los vecinos lo hagan por su cuenta, mientras le llueven las críticas, cada vez desde sectores más próximos, por mantener paralizadas las posibilidades de inversión en la rehabilitación del Cabanyal-Canyamelar, con la que está cayendo, al menos en las zonas que no se ven afectadas por su ilegal, por expoliadora, prolongación”.
“Mientras eso siga así, los vecinos del Cabanyal-Canyamelar seguiremos convocando iniciativas ciudadanas como esta, que sirvan para mejorar las condiciones de vida de los que aquí seguimos, a la espera de que en el futuro de nuestro barrio aparezcan “brotes verdes” que nos permitan ver la luz al final de este túnel, en el que nos hemos visto metidos, por la incapacidad política de quienes nos han venido gobernando en las últimas décadas.”
“Que se pretenda financiar con los presupuestos municipales un proyecto que vulnera la legalidad vigente, dice poco en su favor. Los caprichos, como los vicios, cada uno debería pagarse los suyos. Es como si se incluyera en el presupuesto del ayuntamiento, el gasto del tabaco que ya no se puede consumir en los plenos municipales”, concluyen los representantes vecinales del barrio.
VLC Noticias / Redacción. Fotos: García Poveda