El Péndulo | Jimmy Entraigües.- Acercarse al universo musical de Daniel Benilli es asistir no sólo a un interesante momento de la historia del tango (allá por las últimas tres décadas del siglo XX con sus trabajos junto a figuras de la talla de Osvaldo Pugliese o Astor Piazzolla), sino también al desarrollo de un concepto musical que indaga en las raíces de la expresión más representativa de la música bonaerense (la orquestal, la sinfónica, la de cámara…) tanto en su vertiente más reconocida como en su carácter más actual. Benilli ofrece esta tarde (Sala Clemente. C/Maestro Rodrígo 3. 19:00 horas. Valencia) un interesante concierto junto a la pianista Polly Ferman en el que participará, como artista invitada, Analia Bueti, en donde se escucharán piezas del propio intérprete junto a obras de Piazzolla, Cobián, Demare ….
La oportunidad es, sin duda, un verdadero regalo para los amantes del tango y para quienes quieran disfrutar del talento de Binelli y la sensibilidad al piano de Ferman. Una agradable tarde otoñal valenciana sirvió de marco para un encuentro con la pareja artística y charlar sobre su trabajo y su larga y fecunda relación profesional.
El Péndulo: En su discografía se encuentra una estrecha relación y colaboración con mujeres que abordaron el tango. Dos discos con Cecilia Rossetto, dos trabajos con la cantante italiana Milva, otro con Alicia Terzian, siete discos con Polly Ferman…, ¿encuentra una sensibilidad especial al trabajar con intérpretes femeninas?
Daniel Binelli: La pregunta es interesante ya que podría decir que fue fruto de encuentros y trabajos que surgieron y dieron como resultado un disco o…, dieron paso a giras y conciertos pero…, sí, se da esa circunstancia que la presencia femenina está en mis trabajos. Una de mis experiencias más importantes, más fuertes, es con la cantante Milva. Yo, cuando era integrante del quinteto de Astor Piazzolla, hice una gran gira por Europa con el conjunto y con Milva. Cuando fallece, en 1992 Piazzolla, paso a dirigir una compañía llamada ‘Tango por dos’ y estando en Roma tengo un encuentro con Milva y me pide que le componga para ella. En Buenos creo mi quinteto y…, estuvimos tres años de gira con Milva. Estando en Japón grabamos dos discos con Milva. Para mí fue una experiencia muy rica. La otra experiencia fue con Cecilia Rossetto. Hicimos un espectáculo llamado ‘Rojo tango’ que dio como resultado un disco y luego realizamos un segundo trabajo que, también salió publicado. Fue un trabajo fantástico y otra experiencia muy enriquecedora. Y mi relación con la música a través de la mujer es esta vinculación Polly Ferman. Nos conocimos en Japón en 1998 pero es en el 2000 cuando nos unimos profesionalmente. Nos radicamos en Nueva York y yo le compuse una suite, inspirada en ella, titulada ‘Imágenes de Buenos Aires’ y…, comenzamos una relación profesional muy fuerte. Realizamos trabajos con orquestas sinfónicas, de cámara…, pero también empezamos a hacer un trabajo como dúo, el dúo como esencia y…, bueno, también quedaron registrados. Polly tiene un sonido muy especial, muy satinado. Es un sonido muy pegado a ella, por su personalidad. A mí me gusta la mujer en el tango. Soy un admirador de la mujer. No soy machista pero…, considero que el tango tiene una raíz machista. Considero que la mujer tiene que expresarse en toda su libertad y sin ningún tipo de sometimiento. Por mi parte, he tenido la satisfacción de haber trabajo, y trabajar, junto a grandes mujeres intérpretes.
Polly Ferman: Venimos de mundos distintos. Yo vengo de la música clásica y decidí en un momento pasar de la música clásica a la latinoamericana clásica y de eso hice una misión. Tengo una ONG para ayudar a que se conozca la música latinoamericana y promueve un festival desde hace trece años pero…, volviendo al tema; cuando conozco a Daniel y me invita a ser la pianista de su quinteto le digo: “no sé tocar tango” y él me responde: “vas a aprender”. Bueno, ése fue mi primer contacto con el tango y…, cuando uno llega ahí se da cuenta que es un mundo duro, que no es sencillo. Llegó un momento en el que pude consolidar lo que Daniel me estaba enseñando y poner mi esencia, que es la parte de la musicalidad, al servicio de lo que hacíamos. Mi relación con el piano es amorosa. Es una relación de diálogo. Me expreso como si fuera mi terapeuta. Yo al piano le cuento mi problemática y él me da la solución.
E.P.: Es como una simbiosis.
P.F.: Sí, efectivamente. Yo le lloro y él llora. Yo estoy feliz y él está feliz. Le he encontrado al piano esa relación íntima que me permite expresarme. Aprendo mucho de Daniel y soy como una esponja que desea captar todo lo que Daniel transmite y dice con su música. El piano es mi amigo y compañero. Como he sufrido y he vivido la experiencia de sentir el tango he creado mi propia compañía que se llama ‘Sin hombres’ (se producen risas cómplices).
D.B.: Doy fe que Polly captó el género del tango en toda su esencia. Ella tiene la sensibilidad de llegar al tango con todos sus matices. Mirá, tocar Pugliese es conocer el tango. No digo que sea inaccesible pero…, es un ritmo y un fraseo que hay que conocer bastante y Polly tiene una captación muy especial. Yo compuse una obra que se llama ‘Homenaje al tango’ que son tres movimientos seguidos, con veintipicos de música que no para que muestra el tango, la milonga lenta, la milonga rápida y después un homenaje a los dos grandes del tango, que fueron mis maestros Pugliese y Piazzolla, y en el bandoneón lo represento yo y al piano Polly porque Pugliese era pianista.
E.P.: El tango, como decía Borges, sigue siendo un sentimiento que se baila.
D.B.: Sí, claro, por supuesto. Tengo que corregirte una cosa. La frase, en realidad, pertenece a Enrique Santos Discépolo.
E.P.: No lo sabía. Siempre se le atribuyó a Borges y él lo refirió en más de una ocasión.
D.B.: Sí, sí, Borges popularizó la frase y le dio carácter universal pero originariamente es de Discépolo. La prueba está de que el tango es un sentimiento que se baila es que el músico que no baila el tango es que no lo entendió del todo. Yo diría que el tango es una expresión emocional de la música de una gran riqueza viva, expresiva, y que necesita de la danza, del baile. Esto es muy importante.
P.F.: Para mí el tango es un abrazo musical.
D.B.: Sí, pero que se baila.
E.P.: ¿Qué propuesta musical verá el público que se acerca al concierto?
P.F.: Es bastante camarística, vamos a empezar con una suite que se llama ‘Suite troilina’, que escribió Piazzolla cuando murió Troilo, luego seguiremos con ‘Imágenes de Buenos Aires’, ‘Los mareados’, después ‘Malena’ que harán Analia y Daniel y…, bueno, tocaremos ‘Verano porteño’, ‘Nada’, ‘Malena’, ‘María de Buenos Aires’ y, por supuesto, ‘Adiós Nonino’.
E.P.: Un programa muy completo.
D.B.: Sí, queremos hacer un repertorio amplio.
P.F.: Sí, además le explicamos a la gente cada pieza que interpretamos.
E.P.: Hay un deseo pedagógico en la propuesta.
P.F.: Sí, creemos que es necesario e importante, así el público conoce mejor el sentido de esas piezas.
D.B.: Además la gente aún desconoce algunas cosas del tango. Confunde el bandoneón con el acordeón o cree que solo el tango es el orquestal con el cantante y.., claro, darles algunas explicaciones ayuda a que conozcan mucho mejor la variedad y la riqueza de esa música.
E.P.: Deseo darles la gracias por estar aquí y por la oportunidad de ver el excelente trabajo que realizan y que dan a conocer al mundo.
D.B.: Gracias a vos y al trabajo que hacen los periodistas que permitan que nuestra labor se conozca.
P.F.: Gracias y deseamos que la gente disfrute con el concierto.