Tras más de 75 días de servicio, los efectivos duermen en tiendas de campaña y literas de lona, mientras reclaman módulos habitacionales que mejoren su descanso.
Introducción
Los militares desplegados en las localidades valencianas afectadas por la DANA de finales del año pasado continúan trabajando en condiciones precarias. Según ha denunciado la Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME), los efectivos llevan más de dos meses durmiendo en tiendas de campaña y literas de lona, soportando jornadas extenuantes de 12 horas en un entorno que dificulta su recuperación física y mental.
La ATME exige una solución inmediata, solicitando la instalación de módulos habitacionales que ofrezcan mejores condiciones de vida. Estas denuncias han puesto de manifiesto la necesidad de un mayor reconocimiento hacia quienes están trabajando incansablemente en la recuperación de las zonas afectadas.
Condiciones de vida: un problema urgente
Los militares están desplegados en la Base Jaime I de Bétera y en otros puntos clave de la Comunidad Valenciana, desde donde operan para apoyar en las labores de limpieza y reconstrucción. Sin embargo, su descanso se ve comprometido por las condiciones en las que viven:
- Tiendas de campaña como único refugio, con poca protección frente al frío y la humedad.
- Literas de lona, inadecuadas para un descanso óptimo después de largas jornadas de trabajo.
- Falta de soluciones alternativas, a pesar de que las Fuerzas Armadas cuentan con módulos habitacionales en otras instalaciones.
La operación no tiene una fecha de finalización, lo que agrava la incertidumbre sobre cuánto tiempo más tendrán que soportar estas condiciones.
Reclamos de la Asociación de Tropa y Marinería Española
La ATME ha pedido públicamente que se instalen contenedores de alojamiento, similares a los que se utilizan en otros despliegues, como en el Campo de Maniobras de San Gregorio en Zaragoza. Estos módulos ofrecen:
- Protección contra el clima: Aislamiento térmico y mejores condiciones de habitabilidad.
- Mayor comodidad: Espacios diseñados para garantizar el descanso de los efectivos.
- Fácil instalación: Las Fuerzas Armadas ya cuentan con este tipo de infraestructura o pueden alquilarla.
La ATME ha calificado de “incomprensible” que, después de tantos días, no se haya adoptado una medida tan básica para mejorar la calidad de vida de los militares desplegados.
El trabajo de los militares en las zonas afectadas
A pesar de estas adversidades, los efectivos continúan desempeñando un papel fundamental en la recuperación de las localidades más afectadas por la DANA, como Paiporta, Carcaixent y Gandía. Sus labores incluyen:
- Limpieza de infraestructuras: Retirada de escombros, barro y residuos acumulados tras las inundaciones.
- Reconstrucción: Apoyo en la reparación de puentes, carreteras y otras infraestructuras esenciales.
- Búsqueda y rescate: Participación en operativos para localizar a desaparecidos.
La población local ha mostrado su agradecimiento hacia los militares, destacando su dedicación y profesionalismo en un contexto tan complicado. Sin embargo, también han surgido voces que reclaman mejores condiciones para estos efectivos.
Gasto operativo y planificación
Según datos del Ministerio de Defensa, el coste diario de las operaciones militares en las zonas afectadas asciende a 900.000 euros. Este presupuesto incluye logística, equipos y personal, pero no se ha priorizado la instalación de módulos habitacionales que mejoren las condiciones de vida de los efectivos.
La ATME cuestiona esta falta de planificación y advierte que no garantizar un descanso adecuado puede afectar el rendimiento y la moral de los militares.
Comparación con otros despliegues
La situación actual contrasta con otros despliegues nacionales e internacionales en los que se han utilizado contenedores de alojamiento. Por ejemplo:
- En el Campo de Maniobras de San Gregorio, los militares cuentan con módulos habitacionales que ofrecen comodidad y privacidad.
- En operaciones internacionales, las Fuerzas Armadas suelen recurrir a estas soluciones para garantizar un entorno adecuado en misiones prolongadas.
La ATME señala que la falta de estas medidas en Valencia es una “clara muestra de desatención” hacia los efectivos desplegados en emergencias nacionales.
Repercusiones en los militares
El impacto de estas condiciones no se limita al aspecto físico, sino que también afecta la moral y el bienestar emocional de los efectivos.
- Cansancio acumulado: Las largas jornadas y el mal descanso pueden reducir la eficacia operativa.
- Sensación de abandono: Percibir que no se les brinda el apoyo necesario puede influir negativamente en su motivación.
Estas circunstancias plantean la necesidad de adoptar medidas inmediatas para evitar que la situación afecte tanto a los militares como al éxito de la operación.
Conclusión
La labor de los militares en las zonas afectadas por la DANA es incuestionable, pero las condiciones en las que viven ponen de manifiesto una falta de planificación que debe ser corregida de inmediato. Garantizar su bienestar no solo es una cuestión de justicia, sino también una manera de mejorar su rendimiento y asegurar el éxito de la misión.
¿Qué opinas de esta situación? ¿Crees que las Fuerzas Armadas deberían priorizar el bienestar de los efectivos desplegados en emergencias nacionales? ¡Comparte tu opinión!