Agentes de la Policía Nacional han detenido en Sagunt a una mujer de 43 años y su sobrino de 20, ambos de origen español, como presuntos autores de un delito continuado de hurto. Según se desprende de las investigaciones, la mujer, empleada de una joyería, fue sustrayendo pequeñas cantidades de joyas que posteriormente su sobrino se ocupaba de vender en un establecimiento de compra venta de oro. Se calcula que el valor de lo sustraído podría ascender a unos 40.000 euros.
Las investigaciones se iniciaron en diciembre, cuando los agentes detectaron que un joven de 20 años había realizado numerosas ventas de lotes de joyas, en concreto 16, en un establecimiento dedicado a la compra venta de oro. Llamaba la atención que las joyas presentaban un aspecto nuevo, con color brillante, como si no hubieran tenido uso.
Los policías averiguaron que el joven era cliente habitual del establecimiento, y cuando quería vender las joyas esperaba a que le dieran precio, para acto seguido realizar una llamada de teléfono, y a continuación aceptar o no la venta.
Los agentes averiguaron que una tía del joven trabajaba en una joyería, y que poco a poco había ido sustrayendo pequeñas cantidades de joyas, para a continuación dárselas a su sobrino para que fuera a venderlas a un establecimiento de compra venta de oro. Una vez allí el sobrino pedía precio y llamaba a su tía, la cual tomaba la decisión de venderlas o no, en función del valor que le daban por ellas.
Una vez identificados los sospechosos, los investigadores les arrestaron el viernes, como presuntos autores de un delito continuado de hurto. Se calcula que el valor de lo sustraído podría ascender a 40.000 euros.
Los propietarios de la joyería identificaron la totalidad de las joyas vendidas como de su propiedad.
Los detenidos, sin antecedentes policiales, pasaron a disposición del Juzgado de Instrucción número Cuatro de Sagunt.