Por tercer año consecutivo, las organizaciones independentistas llenan las calles para celebrar laDiada, el gran día de la región. En 2012 hubo una masiva manifestación en Barcelona, mientras que el año pasado se llevó a cabo una cadena humana de 400 kilómetros reclamando la celebración de una consulta sobre la secesión.
El Ayuntamiento de Barcelona asegura que casi dos millones de personas participan en estos momentos de la manifestación, y se han rentado unos 15.000 autobuses para acercar a los militantes de toda la región a Barcelona, la segunda ciudad española.
Con el lema “Llenemos las calles para llenar las urnas”, los independentistas formarán una gigantesca V de Votar en dos céntricas avenidas de Barcelona, que se teñirán de los colores rojo y amarillo de la bandera catalana.
En el vértice de esta V se colocaron 947 urnas electorales, una por cada municipio catalán.
Esta Diada marca además el 300º aniversario de la caída de Barcelona en manos de las tropas francoespañolas del rey Felipe V en 1714, que puso fin a la autonomía de la región. Simbólicamente, el inicio de la manifestación fue a las 17:14 hora local (las 15:14 horario GMT).
“Nuestro objetivo es votar y ganar el 9 de noviembre, y entendemos que este 11 de septiembre es el punto de inflexión”, explicó Carme Forcadell, presidenta de la Asamblea Nacional Catalana, principal entidad independentista.
Desde primera hora de la mañana, una soleada Barcelona empezaba a llenarse este jueves de manifestantes vestidos con camisetas amarillas y rojas con el lema “Ahora es la hora”.
Acompañado de su mujer y sus dos hijos, todos con estas camisetas, Jordi Fradera, un sommelier de 43 años, paseaba por las céntricas Ramblas de Barcelona tras llegar desde Girona, 100 kilómetros al norte.
“Todos los trenes desde Girona estaban completamente llenos, y tuvimos que tomar el de las 08:00”, explicó. “Hace tres años que nos manifestamos en la Diada y espero que esta sea ladefinitiva”, añadió el experto en vinos.
Una figura que también participa de la Diada es el defensor del Barcelona Gerard Piqué, quien subió fotos junto a su hijo Milan a sus cuentas de Twitter e Instagram.
En este sentido el presidente catalán, Artur Mas, le advirtió a Madrid que “es prácticamente imposible impedir para siempre” la consulta en Cataluña.
“Es absurdo pretenderlo, y creo que el Estado español debe darse cuenta”, declaró el miércoles en una entrevista en su despacho en el palacio de la Generalitat, sede del gobierno catalán.
“Si una nación como Escocia puede votar, ¿por qué no Cataluña?”, se preguntó Mas.
Orgullosos de su cultura y su lengua, muchos catalanes han abrazado en los últimos tiempos elindependentismo, resentidos por un sentimiento de maltrato por parte de Madrid hacia esta región de 7,5 millones de habitantes, que representa una quinta parte de la riqueza del país.
El desencuentro con Madrid se inició en 2010, cuando el Tribunal Constitucional privó a Cataluña -que tiene amplias cotas de autogobierno en educación, sanidad y seguridad-, de su status de nación incluido en un estatuto de autonomía regional aprobado en 2006.
Dos años después, la división se acentuó cuando el gobierno central negó una mejor financiación a esta región muy afectada por la crisis económica.
Fue entonces cuando Mas, de la coalición nacionalista conservadora CiU, inició el proceso de autodeterminación a cambio del apoyo de la segunda fuerza de la región, los independentistas de ERC.
El gobierno regional prevé que la consulta conste de una doble pregunta: “¿Quiere que Cataluña sea un Estado? ¿Quiere que sea un Estado independiente?”.
A diferencia del Reino Unido, la administración de Mariano Rajoy se opone firmemente a una consulta que, según él, vulneraría la Constitución que consagra la “indisoluble unidad de la nación española”.
En los próximos días, Mas convocará esta votación bajo el amparo de una ley del parlamento regional que se aprobará próximamente, pero que es probable que sea apelada por Madrid ante el Tribunal Constitucional.
Consciente de que sería difícil conseguir el apoyo de la comunidad internacional a un referéndumimpugnado jurídicamente, Mas rechaza especular sobre cómo actuará en este caso.
AFP