Valencia Noticias | Agencias.- El capitán jefe de la Unidad de la Compañía Rural de Seguridad de Ceuta, imputado en la investigación por la tragedia de El Tarajal, se acogió a su derecho a no declarar, pero defendió ante la juez la actuación de los agentes el 6 de febrero de 2014, cuando murieron 15 inmigrantes que fallecieron ahogados al intentar alcanzar a nado la playa ceutí.
El capitán, aseguró que se cumplió el protocolo cuando se devolvió a Marruecos a los 23 inmigrantes que consiguieron alcanzar suelo español y ratificó su declaración inicial en cuanto a su participación en el suceso, por el que están imputados 16 guardias civiles, tres de los cuales también se acogieron a su derecho a no declarar.
El Juzgado de Instrucción número 6 de la ciudad autónoma investiga la posible relación causa efecto entre la actuación de los agentes, que dispararon botes de humo y pelotas de goma para disuadir a los inmigrantes de seguir nadando hacia España, y el fallecimiento de cinco de las 15 personas que perecieron en el intento, aquellos cuyos cuerpos fueron rescatados en aguas españolas.
Según informa la página web de rtve el capitán compareció en el juzgado acompañado de su abogado particular y se negó a responder a las preguntas de la acusación popular, ejercida entre otras ONG por la Coordinadora de Barrios y CEAR, y se limitó a responder a su letrado, el fiscal y la juez, Maria del Carmen Serván.
Tras varias horas de comparecencia, un fallo técnico (no se ha grabado nada de lo que ha explicado en el juzgado) invalidó su testimonio, así que la juez se vio obligada a convocarle para repetir su declaración por la tarde, retrasando así el horario previsto.
El capitán disparó pelotas de goma
Según la información de la web, a preguntas de su abogado, el capitán fue repitiendo cuanto dijo en su primera declaración ante la Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil en Ceuta, que a petición de la magistrada recabó en un informe la versión de todos los agentes y mandos involucrados en el operativo de aquel 6 de febrero.
Así, contó que al llegar al espigón de El Tarajal, ya se escuchaban detonaciones. Se dirigió a la punta del espigón, cogió el fusil de un agente y disparó varias pelotas de goma para mostrar que el oficial al mando se involucraba en la contención de los inmigrantes y dar ejemplo al resto de guardias civiles sobre el uso de los medios antidisturbios.
Siempre según estas fuentes, en su declaración, el capitán ha asumido toda la responsabilidad del dispositivo de aquella mañana, ha asegurado que se cumplieron los protocolos y que se informó a quien estaba al mando. En este contexto, defendió el uso que se hizo del material antidisturbios y que en ningún caso tenía por objeto impactar contra las personas, sino disuadirles en su avance.
Sobre la devolución en caliente a Marruecos de los 23 inmigrantes que consiguieron alcanzar la playa de El Tarajal, el capitán ha repetido lo que dijo a la Policía Judicial: que fue él quien gestionó la entrega con las fuerzas marroquíes a través de una puerta de la valla y que lo hizo al amparo del protocolo de fronteras, por el que se entiende que los migrantes no han llegado a entrar en España al no haber rebasado a la guardia civil, de modo que no es una devolución sumaria, sino un rechazo.
La juez Serván libró providencia el pasado 10 de febrero para citar durante cuatro días a estos 16 guardias civiles (13 agentes, un capitán, un teniente y un sargento), que se encontraban en la playa de El Tarajal aquella mañana.
Todos los citados dispararon material antidisturbios a excepción del teniente y el sargento, que estuvieron dando instrucciones, según ellos mismos declararon a la Policía Judicial de la Comandancia de Ceuta para la elaboración de un informe que fue remitido al juzgado y en el que se basó Serván para seleccionar a los imputados.
Precisamente, este viernes 6 de marzo declararán el teniente, que presta servicio en los GRS (antidisturbios) de Sevilla que apoyaban en Ceuta aquel mes de febrero, y el sargento que estaba bajo sus órdenes y que, según declaró, transmitió a los demás la instrucción de tener “certeza absoluta” de que los medios lanzados “impactaran a una distancia segura” de los inmigrantes.
El teniente ordenó el despliegue de los agentes de los GRS en la playa y dio “indicaciones” sobre el lanzamiento de pelotas de goma y botes de humo. Declaró que se disparó “guardando siempre una distancia prudencial entre el impacto de la pelota en el agua y el nadador” y en “todos” los casos, “conforme a la doctrina”.
Las siguientes tandas de declaraciones tendrán lugar los días 10 y 11 de marzo, cuando acudirán ante el juez los ocho agentes de la guardia civil restantes.