El Centro del Carmen inauguró esta tarde la exposición ‘En certa forma’ del artista valenciano Sebastià Miralles. Dentro del panorama artístico valenciano, el escultor Sebastià Miralles ha venido ocupando un lugar de relevancia en las últimas cuatro décadas no sólo por su prolongado itinerario expositivo sino también por su fundamental aportación al lenguaje de la escultura en la Comunitat Valenciana.
Seguidor del constructivismo ruso, alumno y admirador de Oteiza y Chillida y de los surrealistas, Miralles vuelve con esta obra a sus inicios cuando estudiaba en Barcelona, tras pasar por la escuela de Bellas Artes de San Carlos en el Centro del Carmen.
El director gerente del Consorcio de Museos de la Comunitat Valenciana, Felipe Garín, inauguró la exposición acompañado por el Presidente de la Fundació Caixa Viranòs, Manuel Molinos, además del decano de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Politécnica de Valencia, José Luis Cueto y artista Sebastià Miralles.
Gran dibujante, sus obras comienzan con dibujos muy exactos que se van llenando de color con óleo, esmalte sobre papel o cartulina que dan lugar a los collages que se pueden ver en la sala. Miralles otorga gran importancia al dibujo que más tarde traslada a la escultura que adquiere en ella su propio lenguaje.
Para el Centro del Carmen el artista de Vinaròs presenta 17 collages y 17 esculturas de mediano y gran formato (hasta más de dos metros de altura) realizadas en madera, hierro, hierro galvanizado y hormigón.
Sebastià Miralles trabaja mediante el método de construcción, sus formas aparentemente geométricas son en realidad producto del azar, como harían los surrealistas, pero son en definitiva formas fácilmente reconocibles por cualquier persona, formas que pretenden ser universales y prototípicas que se acercan de una manera u otra al espectador para activar su imaginación, desde la contemplación hasta la reflexión.
El artista juega además con los títulos de las obras muchos de ellos son poemas o juegos de palabras que generan ambigüedad y desconcierto, entre la tradición y la modernidad, una provocación hacia el espectador. Según Miralles “la escultura debe tener un componente poético que lleve al espectador a un estado de contemplación a modo de meditación. Mis esculturas transmiten serenidad aunque su asimetría tiene un cierto componente de sorpresa”.
La exposición que organiza el Consorcio de Museos de la Comunitat Valenciana en colaboración con la Fundación Caixa Vinaròs, es probablemente la más completa y más reflexiva del artista, que abandonó hace pocos años su labor de docente que le ha acompañado durante más de 30 años para encerrarse en su taller y trabajar cada uno de los elementos que hoy se exhiben en el centro cultural valenciano.
Una escultura de madera y acero pintado de grandes dimensiones da la bienvenida a la sala, ‘Mirar cap al sud. A la memoria de Sudani’, al fondo una pieza de hierro ‘D’ una terra i d’un temps ès la fita’ marcan el eje de esta exposición donde el resto de piezas distribuidas aleatoriamente por la sala componen un paisaje escultórico y poético que permanecerá en el Centro del Carmen hasta el 12 de octubre.
Sebastià Miralles
De cuantas firmas componen el nutrido panorama de la escultura valenciana contemporánea, hace años que la de Sebastià Miralles Puchol (Vinaròs, 1948) ocupa un lugar destacado en los medios especializados y dispone de la admiración de los amantes del arte más innovador. Un estilo resuelto a partes iguales entre el escrupuloso respeto a los valores expresivos inherentes a la forma y la materia y un modo de entender la plástica escultórica volcada hacia un diálogo abierto con el entorno constituyen su más destacada seña de identidad.
Con más de treinta años de experiencia y un gran número de exposiciones además de obra pública en Teruel, Vinaròs o Aldaia, destacan entre sus últimos trabajos, sus propuestas para el Ascona Art Festival de Suiza en 2013, además de ‘Artistainvitaartista’ que pudo verse en distintas sedes como EEUU o Italia.
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