El Consorcio de Museos de la Comunitat Valenciana, a través de la Institución Joaquín Sorolla de Investigación y Estudios se suma a la celebración del centenario de la editorial Prometeo con un estudio a cerca de las portadas de las novelas de Blasco publicadas por la editorial a principios del XX y su vinculación con la obra de Sorolla.
Según la investigadora de la Institución Sorolla, Isabel Justo “nuestro objetivo es ver cómo se construye el ideal valenciano a través de Joaquín Sorolla y de Blasco Ibáñez. Tanto Sorolla como Blasco compartieron el mismo medio ambiente. Blasco recibió la influencia del naturalismo francés, con grandes ejemplos como ‘La comedia humana’ de Balzac. Por su parte Joaquín Sorolla, estaba influenciado por la pintura social de su tiempo que tantas medallas les hizo ganar a los pintores del momento”.
Justo explica que movidos por el mismo tipo de arte, uno en su faceta literaria y otro en la pictórica acudieron a los mismos escenarios para encontrar la inspiración.
El primer ejemplo de estos encuentros es la playa de la Malvarrosa. Sorolla se enamora del mar y fija su mirada en la pesca del bou, una temática presente en el ideario valenciano pero que nunca había cristalizado hasta la llegada del pintor o a través de la novela de Blasco ‘Flor de mayo’ que dedicó a los pescadores valencianos. Publicada en 1895 Blasco termina la novela con una frase que Sorolla encumbraría en su famoso lienzo ‘Aún dicen que el pescado es caro’. Las concomitancias entre ambos autores son muy evidentes en la configuración de los iconos valencianos. “En muchos casos no sabemos quién se fijó en la obra de quién pero su amistad y las sinergias entre ambas obras, la literaria y la pictórica encuentra muchos ejemplos”.
En su estudio Isabel Justo toma como referencia 11 publicaciones de Blasco que son la mayoría coetáneas a las obras de Sorolla, entre 1890 y 1900. La investigadora explica que las obras que Prometeo publicó fueron reediciones realizadas veinte años después de su primera edición.
La influencia de Sorolla llega hasta nuestros días en los cuadros de los sorollistas como Tomás Murillo o los ilustradores como Povo que se encargó de la portada de ‘Flor de Mayo’, tomando como referencia clara la pintura de Sorolla.
Otro de los iconos valencianos serán la huerta o la indumentaria tradicional. Ambos aparecen ya representados en postales o grabados de siglos anteriores. “La grandeza de las personalidades de Blasco y de Sorolla en la configuración del ideal valenciano fue su internacionalización” explica Justo. En obras como ‘Entre naranjos’ tanto la novela de Blasco como el cuadro de Sorolla que lleva el mismo nombre tuvieron gran repercusión fuera de España. ‘Entre naranjos’ sería una de las novelas que Hollywood llevaría al cine. El cuadro de Sorolla está hoy en el Museo Nacional de Cuba. La investigación revela que éste debió venderse a un magnate americano.
Estos ideales valencianos: la pesca, la huerta o la indumentaria viajarían a través de las obras de ambos autores configurando la imagen tradicional del pueblo valenciano. Así no es de extrañar que los ilustradores que dieran vida a las portadas de Blasco en Prometeo recibieran la influencia de las obras de Sorolla.
Según Isabel Justo “en las portadas de Prometeo se puede leer claramente el estilo de Sorolla”. Para la ilustración de ‘Flor de Mayo’ reeditada en 1919 Povo copió parte de la obra ‘La vuelta de la pesca’ (1902) de Sorolla, cuadro que se encuentra en el Musée d’Orsay de París.
También encontramos otras coincidencias como por ejemplo en las ilustraciones de ‘Cuentos valencianos’ (1896) de Luis Dubón Portolés existe cierta similitud con ‘El palleter declarando la guerra a Napoleón’ (1884), cuadro propiedad hoy de la Diputación de Valencia, y también en la obra ‘Los guitarristas. Costumbres valencianas’ (1889) que se encuentra actualmente en el Museo Sorolla.
En ‘Cañas y Barro’ Luis Dubón podría haberse inspirado en el cuadro de Sorolla ‘Barcas en un canal’ de 1895 que guarda hoy en día el Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana.
Finalmente las valencianas que aparecen en la portada de ‘Arroz y tartana’ editada por primera vez en 1894, e ilustrada por Povo para su reedición de 1919, utilizan una indumentaria similar a la del cuadro de ‘Enriqueta García del Castillo’ que pintó Sorolla en 1890, propiedad, actualmente de la Fundación Bancaja.
Muchos de los escenarios que describen estas obras aparecen en las dos rutas que elaboró la conselleria de Educación, Cultura y Deporte a través de la Institución Sorolla, en el caso de la Ruta Sorolla y de la Biblioteca Valenciana en la Ruta Vicente Blasco Ibáñez. Ambas rutas permiten observar los escenarios vitales y de inspiración de los dos autores y también sus puntos coincidentes como la plaza del mercado o la playa de la Malvarrosa, además de recordar su paso por lo que constituye hoy la sede de la Institución Sorolla, el Centro del Carmen, cuando éste fuera la antigua Escuela de Artes y Oficios y desde donde actualmente se realizan estos estudios.
La investigación llevada a cabo por Isabel Justo, de la Institución Sorolla, verá la luz el próximo día 3 de diciembre en las conferencias ‘A la vuelta de un siglo: Editorial Prometeo (Valencia, 1914)’ que acoge la Casa-Museo Blasco Ibáñez y que dirige el profesor de la Universidad de Valencia, Javier Lluch, con la participación de investigadores del CSIC y profesores de la Universidad de Tulsa (EEUU).