El Péndulo | J. Entraigües.- Iria Márquez asumió el reto de subir a la escena uno de los mejores títulos cinematográficos de A. Hitchcock: ‘Crimen perfecto’ (1954). Basándose en el guión original de Frederick Knott, Márquez ofrece una nueva adaptación encaminada a respetar el argumento que sostiene el texto pero implementando la figura de una narradora, a su vez partícipe de las acciones de la historia principal. La solución es acertada ya que le permite a Márquez no solo dar una respuesta escénica a la transposición del filme, sino que el juego de espacio e interrelación entre personajes acaba siendo mucho más dinámico. La historia es ya muy conocida, un hombre contrata los servicios de un antiguo compañero de la universidad para que asesine a su esposa y diseña un elaborado plan para que se convierta en el crimen perfecto pero…, un hecho inesperado termina por convertir al asesino en un problemático cadáver.
La versión para el cine ya dejaba bien a las claras que más allá de la intriga policial, la historia necesitaba estar sustentada en sólidas interpretaciones, ya que se trataba de un juego de espacios limitados y de gran preponderancia donde se privilegiaba los primeros planos y los planos medios. Para dar respuesta a este juego de intervenciones, de réplicas y contraréplicas, y diálogos vivos, Márquez acude (ya que forma parte y conoce a la perfección), a la excelente troupe de actores y actrices que integran la compañía Arden. Así, bajo una resolución escénica muy adecuada para la propuesta, la directora acude a las labores de Raquel Ortells, Darío Torrent, José Doménech, Rosa López y Jaime Vicedo, todos ellos intérpretes de válida trayectoria y contrastada ductilidad. Si bien el quinteto actoral cumple con sus roles y mantienen la tensión (y atención) que requiere el texto, desde la identidad de sus personajes, hay que destacar las labores de la dupla compuesta por Rosa López y Darío Torrent. Sin duda la apuesta tenía sus riesgos (versionar a Hitchcock lo es), pero resulta gratificante que Salas como Russafa promuevan, participen y compongan obras que abren el abanico de géneros y lo hagan desde la base del sello ‘made in Valencia’ sin cometer ningún crimen hacia el público. Hasta el 27 de mayo el escenario de Sala Russafa los espera con su oportuno ‘Un Crimen perfecto’, no se lo pierdan.