Valencia Noticias | Redacción.- Como todos los años desde 1998, la Generalitat Valenciana, a través de CulturArts Música, celebra el Dia del Cant Valencià d’Estil. Ocho cantaores y cantaors, dos versaors, seis músicos y un grupo de timbal y dulzaina mostrarán que el canto de estilo y las albaes de la Huerta son las manifestaciones de música tradicional valenciana que llegan con más intensidad al corazón de los aficionados.
Este año, el canto vuelve a la calle. Las plazas del centro histórico de la ciudad de Valencia y las calles que las conectan serán un escenario emblemático conveniente para reproducir el ambiente artístico y festivo de las cantaes y las nits d’albaes acabando el acto cantando en el interior del claustro gótico del Centro del Carmen. El recorrido empezará a las 17.30 horas en la plaza del Almudín para finalizar hacia las 19:30 horas en el Centro del Carmen.
Entre las cantaores y cantaors encontramos nombres consagrados junto a jóvenes de las nuevas generaciones, en la edición de este año podremos escuchar a Mª José Ruiz, Marisé de Monteolivet; Teresa Segarra; Empar Sanchís; Mª Jose Fernández, Mª José de Castellar; Emilio Luis, Milio del Puig; Toni Navarro, violín; Xavier Benedito, Xavier de Bétera; y Raül del Puig, y a los versaors Salvador López, Boro de Paterna, y Carlos Bahilo, los acompañarán los músicos de viento de Bétera, trompeta, clarinete y trombón; los músicos de cuerda de Godella, guitarrillo y guitarras; y el grupo de dulzaina y timbal, El Terròs de Petrer.
Siempre presente en la vida cotidiana, la música popular que hoy llamamos “tradicional” ha acompañado a las personas en actividades habituales como el trabajo y las labores domésticas, y en los momentos especiales como las celebraciones o los actos festivos de cualquier tipo. Esta funcionalidad de la música tradicional, es decir, esta misión específica arraigada en la vida y concretada de muy diversas maneras es la calidad que mejor la define y la distingue ante otros tipo de música.
La celebración del Dia del Cant Valencià d’Estil revive el objetivo primitivo original de las canciones de estilo y las albaes, que era la de ser utilizadas en las rondas o paseos informales por las calles donde la música y el canto daban sustancia a sentimientos aduladores, amorosos y galantes, a veces también groseros, dirigidos a novias, fiesteros, autoridades o público en general. Así se hace evidente que esta función es exactamente la misma que tiene en la actualidad, por lo que convierte este género de la tradición valenciana en un vehículo expresivo actual de primera magnitud y en una manifestación de la cultura popular que favorece la cohesión social y de identidad con una vigencia absoluta.