El Índice de Precios al Consumo (IPC) aumentó un 0,1% en junio en tasa interanual, según cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta tasa coincide con la adelantada por el INE a finales del pasado mes y es superior en tres décimas a la registrada en mayo. Esta aceleración de los precios se explica, principalmente, por la evolución alcista de los precios de la alimentación, especialmente la no elaborada, por la energía y los BINE (bienes industriales no energéticos) y, en menor medida, por los servicios. Es la primera vez desde hace un año que se registran tasas positivas de inflación, pero se trata de aumentos muy moderados que reflejan la mejora general de la situación económica y la recuperación del consumo en particular.
Los precios de los productos energéticos registraron en junio una tasa interanual del -5,7%, superior en 0,7 puntos a la del mes previo. Esta suavización en la caída fue debida, fundamentalmente, a la energía eléctrica que anotó una subida mensual del 4,6%, frente al descenso del 2,1% de un año antes. La tasa interanual fue del 3,5%, frente a -3,2% del pasado mayo. La electricidad por sí misma ha sido responsable de más de una décima de la subida de la inflación global; en cambio, los combustibles y carburantes cayeron un 0,7% en el mes, por lo que su tasa interanual se redujo 1,4 puntos porcentuales hasta el -9,1%. La tasa de variación interanual de los precios de los alimentos no elaborados se ha acelerado en 0,9 pp en junio, hasta el 3,2%. Esta subida obedece principalmente a las frutas frescas y a otras rúbricas como el pescado fresco y las patatas.
- Los precios aumentan por primera vez desde hace un año, pero se mantienen en niveles muy moderados
- Todos los componentes, en especial los más volátiles, como energía y alimentos frescos, explican la subida
La inflación subyacente (que excluye los elementos más volátiles del IPC como la alimentación fresca y energía) aumentó en junio una décima, hasta el 0,6%. Esta aceleración se explica por el comportamiento alcista de todos sus grandes componentes, especialmente los BINE que aumentan su tasa anual en dos décimas, hasta el 0,3%, como resultado de la subida de los automóviles, que incrementa su tasa anual en medio punto, hasta el 3,5%, y del vestido y calzado que incrementa dicha tasa en una décima, hasta el 0,5%. La alimentación elaborada ha incrementado su tasa interanual tres décimas, hasta el 1,2%, debido a las presiones inflacionistas del aceite que elevan su tasa anual en casi 5 puntos, hasta el 21,9%.
Los precios del grupo servicios anotan un crecimiento anual del 0,7%, una décima por encima del correspondiente al mes anterior, aceleración que descansa en la rúbrica de turismo y hostelería, cuya tasa anual aumentó una décima, hasta el 1,2%.
En términos intermensuales, el IPC aumentó un 0,3% en junio, frente al crecimiento cero en el mismo mes de 2014. Este avance se explica por el encarecimiento de los alimentos no elaborados, especialmente por las frutas frescas (7,3%), el pescado fresco y congelado (1,7%) y las patatas (3,4%), parcialmente compensado por la caída de legumbres y hortalizas frescas (-4,8%). Por la subida de productos energéticos (0,7%), debido al incremento de la electricidad (4,6%), y por los servicios, especialmente, viaje organizado (4,2%).
La tasa anual del IPC en junio aumentó en todas comunidades autónomas. En cinco es mayor que el nacional, Baleares (0,4%), Cataluña (0,3%) y Comunidad Valenciana, País Vasco y la Rioja (0,2%). La inflación de la Comunidad de Madrid coincide con el índice nacional. En el resto de las Comunidades Autónomas su inflación está por debajo de la tasa nacional, destacando Extremadura, Castilla- La Mancha y Canarias, con el -0,3%. Por otro lado, la tasa anual del IPC a impuestos constantes se situó en junio en el 0,1%, igual que el IPC general.
El INE ha publicado asimismo el IPC armonizado (IPCA) correspondiente al mes de junio, cuya tasa anual se sitúa en el 0,0%, frente al -0,3% del
mes anterior. Si se compara esta tasa con la estimada por Eurostat para el conjunto de la zona euro en junio (0,2%), el diferencial de inflación favorable a España empeoraría cuatro décimas hasta 0,2 puntos porcentuales.
En resumen, la tasa de variación anual del IPC ha aumentado en junio tres décimas, debido a la evolución de todos sus grandes componentes, en especial los más volátiles, la alimentación no elaborada y los productos energéticos. La inflación subyacente ha subido una décima, hasta el 0,6%. Prosigue, por tanto, la tendencia alcista de los precios pero dentro de niveles bajos. Nuestra inflación sigue siendo inferior a la de la Eurozona, con el consiguiente efecto positivo sobre la competitividad de la economía española, lo que seguirá favoreciendo las exportaciones, la producción y el empleo.