El jefe del Cuerpo de Bomberos del Ayuntamiento de Valencia, Julián Rodríguez, ha cesado en su cargo y, formalmente, dejará de serlo a partir del próximo 1 de enero debido a ¨motivos personales¨, según algunas fuentes a VLC Ciudad pero otras indican que el concejal, Miquel Domínguez, ha accedido a la petición de un grupo de oficiales y sindicalistas para que quien ha estado al frente del cuerpo de Bomberos durante los últimos 12 años sin apenas críticas ni opiniones contrarias se marchara del mismo.
El abandono de Rodríguez como máxima cara del cuerpo de Bomberos no es la única ya que el segundo de abordo, Jorge Gil, también se va y sus pasos se dirigen al Consorcio Provincial de Bomberos. Dos de los grandes profesionales del cuerpo dejan sus actuales responsabilidades.
Rodríguez continuará en el cuerpo, al que estima y quiere y precisamente fue el primero bombero en acceder a la jefatura, como oficial en una plaza que él tiene en propiedad. Curiosamente con quienes le han defenestrado.
Lo que al parecer subyace en el fondo de la marcha de Rodríguez es una lucha intestina entre oficiales para tener mayores cotas de poder en un parque que tenido tranquilo el que todavía será jefe durante los próximos cinco días.
El aún responsable del cuerpo ha sabido estar a la altura de las circunstancias cuando se han producido incendios en El Saler o en otros lugares de la ciudad.
Se deja, eso sí, un retén inacabado, como es el de Ciutat Vella, por problemas de la constructora que entró en concurso de acreedores pero con otros acabados.
Y también con una flota moderna de vehículos y con un contenedor para actuaciones urgentes en caso de catástrofes. Además, de dejar la plantilla en unas condiciones más que óptimas y con una paz sindical que ha tenido el cuerpo en estos años sólo rota desde el SPPLB en los últimos meses.
Tomás Asensio es el oficial que más suena para reemplazarle en el puesto aunque éste fue destituido hace cinco años por el actual concejal Dominguez cuando ocupaba el cargo de jefe de operaciones.
VLC Ciudad/Redacción