El Levante en Anoeta a por la victoria y sus tres puntos

El Levante puede envolver a la Real Sociedad entre las tinieblas en función de la evolución del encuentro. Los seis puntos que separan sus respectivos expedientes, antes del inicio de la batalla liguera, pueden quedar minimizados o, por contra, establecer una frontera mayúscula. Todo depende de los hechos que acontezcan en noventa minutos reveladores. Así que su conclusión es tajante. “Los tres puntos son muy importantes”. Hay más determinación en su análisis. “Son partidos de verdad, que hay que saber competir y ser fuerte anímicamente”. En ese último aspecto, en el componente anímico del grupo, parecen converger el preparador y el defensor granota. Róber Pier es taxtativo en este punto. Hay un refuerzo emocional en los últimos choques disputados en el universo de la competición liguera. “La moral del equipo está muy alta”, asegura.

En este planteamiento insiste en la versión mostrada por el colectivo levantinista en los postreros choques. Hay una corriente de opinión, que fluye por las entrañas del vestuario azulgrana, que acentúa que el catálogo de méritos exhibidos sobre la superficie del terreno de juego rebasa el botín conquistado. Es una idea compartida. El central acentúa los intangibles inherentes a la disciplina para apostar por el colectivo de Orriols en una fase mayúscula del campeonato. Lo cierto es que cuerpo y alma, en esa máxima aludida por los filósofos de la Ilustración, deberá acompasar sobre el verde de Anoeta. Por el envoltorio y los condicionantes que singularizan el partido, es el típico duelo que habrá que desenmascarar desde el atrevimiento y desde el arrojo, pero también desde la serenidad y la frialdad que emana del conocimiento. Valentía y gravedad.

Vértigo, para aplacar el sistema nervioso de su oponente e imponer jerarquía, y ataraxia, para minimizar las embestidas del contrincante en los instantes más comprometidos de la cita, en virtud del relato de una confrontación suprema. Muñiz se pondrá a cien sobre el verde de Anoeta en el universo de la Primera División tras contabilizar los entorchados con la institución granota y la experiencia anterior con el Málaga y Racing de Santander en el mismo espacio competitivo. La cifra es simbólica. El último entrenamiento, desarrollado esta mañana en el Ciutat de València, ha permitido despejar interrogantes. Ivi, con molestias desde el derbi de Mestalla ante el Valencia, forma parte de la expedición azulgrana, si bien el preparador marcha a tierras vascas con diecinueve jugadores. Lerma se queda en tierra.