El Levante UD ha pasado, en tan sólo unos meses, de hacerse acreedor de calificativos como club revelación, heróico o impresionante a estar a tres puntos de la permanencia y en el ojo del huracán por el supuesto amaño de partidos.
Y es que a la aparente crisis de resultados que el equipo de Orriols acumula en los últimos encuentros, se suma ahora la investigación que, por lo visto, ha abierto la Liga de Fútbol Profesional contra el club granota por la sospecha de un supuesto amaño en el partido Levante – Dépor. Investigación que, según algunos medios, podría haber comenzado incluso antes de dicho partido, jugado en el Ciutat de Valènciay que ha hecho saltar la bomba informativa tras dar a conocer varios medios el suceso entre Barkero y algunos de sus compañeros en el túnel de vestuarios al finalizar dicho partido.
Según esas informaciones, el jugador granota habría acusado a Ballesteros, Juanfran, Juanlu y Munúa de falta de profesionalidad. Barkero ya ha salido a pedir disculpas por sus palabras pero el daño al club, evidentemente, ya está hecho. Los servicios jurídicos del Levante ya se han puesto a trabajar en el asunto.
El régimen disciplinario de los Estatutos de la Liga considera como falta muy grave “las actuaciones dirigidas a predeterminar, mediante precio, intimidación o simples acuerdos, el resultado de un partido o competición”. La sanción, en estos casos, puede consistir desde el mero apercibimiento hasta el descenso automático de categoría, dependiendo de la gravedad que acabe revistiendo el caso.
Incluso se podría llegar a contemplar la expulsión temporal o definitiva de la Sociedad Anónima Deportiva o Club en caso de extrema gravedad o de confirmarse reincidencia. Este tema podría cobrar tintes realmente dramáticos, ya que existen precedentes de sospechas no confirmadas ni probadas en otras temporadas y, aunque se demuestre lo contrario, como se suele decir “llueve sobre mojado”.
VLC Ciudad / Javier Furió