Volvió Juan Ignacio Martínez a la que fue su casa hasta hace pocos meses y, a la vista de lo acontecido durante el lance, se llevó de Orriols un regalo.
El conjunto dirigido por Joaquín Caparrós tuvo un hombre más sobre el césped del Ciutat de Valencia toda la segunda parte pero no fue capaz de hacerla valer. El Real Valladolid impuso un ritmo cansino, sin ‘chispa’, que consiguió aburrir a la parroquia granota.
El Levante UD tardaba media hora nada menos en inquietar al meta blanquivioleta, Mariño, gracias a una buena jugada de constancia de Rubén, pero el de Pucela conjuró el tiro bajo del joven granota con el pie derecho. Poco después, llegaba el gol levantinista en un error monumental del visitante Bergdych, que colocó en clara franquicia a Babá Diawara para que éste fusilara a Mariño.
Pero la alegría iba a durar poco, porque casi a continuación el ex granota Javi Guerra se marcaba una magnífica acción personal que le permitía establecer el empate a uno. Y casi acto seguido, se produjo la jugada que pudo cambiar el rumbo del encuentro. Ivanschitz colocaba el esférico en el punto fatídico tras señalar el árbitro un más que dudoso penalti, que además provocaba la expulsión de Bergdych. Las cosas se ponían francamente bien para los granotas.
Pero entonces emergió la figura heroica de Mariño. El tiro del austriaco fue bien dirigido, duro y ajustado, pero el guardameta de los pucelanos ejecutó a las mil maravillas una estirada al poste izquierdo que dejaba sin efecto el disparo de Ivanschitz.
No había tiempo para más y los jugadores de ambos equipos se fueron al descanso, unos con la seguridad, pese a errar el penalti, de que iban a poder encarrilar la primera victoria en casa, y otros aferrándose a la heroica iniciada con la portentosa parada de Mariño, para mantener, cuanto menos, el empate.
La segunda parte fue soporífera, con un Levante que no sabía sacar tajada de su superioridad numérica y un Valladolid que aguantaba de forma numantina las acometidas granotas. La falta de mordiente de los de Caparrós se ejemplifica perfectamente en el hecho de que el hombre más incisivo del ataque levantinista fue Juanfran.
La cosa acabó como empezó, en tablas. El Levante parece abonado a los empates en esta edición de la Liga y la parroquia granota se fue anoche del Ciutat de València con la sensación de haber perdido una gran oportunidad de inaugurar la casilla de victorias en casa.
VLC Noticias / Javier Furió. Foto: Jorge Ramírez / Levante UD