El final de fiesta en el feudo del barrio de Orriols incluía la disputa de un nuevo enfrentamiento de preparación ante el Hellas Verona. Es evidente que el Levante atraviesa por un estadio escarpado en la preparación. Después del enfrentamiento ante el Benfica aterrizaba en el Ciutat un recién llegado al Calcio. Dos equipos de un nivel parejo, desde un prisma competitivo, enfrentados con la grada del coliseo azulgrana escrutando los nuevos rostros que componen la plantilla del ejercicio 2013-2014. En ese sentido, los seguidores levantinistas no han tenido que esperar en exceso en el tiempo para comprobar el talento de Ivanschitz. El jugador austriaco viene avalado por su condición de especialista en las acciones de estrategia.
Apenas cinco minutos después de ingresar en el campo ejecutó la meta de Rafael con un diabólico lanzamiento que se estrelló en el larguero antes de entrar en la meta de la escuadra italiana. Ivanschitz levantó a la grada de Orriols y dejó muestras del valor que adquieren las acciones desde la estrategia, principalmente si en la nómina de futbolistas surgen jugadores especializados en la materia. E Ivanschitz no es el único. Sérgio demostró el guante que posee en su pierna. Mientras estuvo en el campo fue el encargado de dirigirse al punto señalizado en las faltas para retomar la acción. No conviene dogmatizar en esta fase de la pretemporada, pero hay aspectos que van tomando forma. No es un hecho desconocido que Caparrós se ha propuesto maximizar las prestaciones de Vicente Iborra. Desde una perspectiva estrictamente deportiva, pero también mental.
A su juicio, tiene potencial para convertirse en uno de los líderes espirituales del grupo en el interior, pero también en el exterior del verde. Pudo ser una mera casualidad, pero Iborra no dudó un instante en aprisionar el balón segundos después de que Ayza Gámez apuntará hacia los once metros. El mediocentro colocó el esférico con mimo y lanzó con suavidad desvencijando a Rafael. Hay mensajes que pueden entenderse con claridad y posiblemente este sea uno de ellos. Iborra asume los desafíos marcados con naturalidad. En cierto modo, hay ido solventando contratiempos y encontrando soluciones a las incógnitas que han ido surgiendo en su carrera profesional. Quizás al partido, en líneas generales, le faltara algo de ritmo y de determinación. No parece algo ilógico a estas alturas de la pretemporada. Las exigentes cargas del trabajo condicionan a la mente.
Con todo, el Levante llevó el diseño de la confrontación desde los albores de la confrontación. Sérgio disparó por encima de la meta transalpina y Ángel se citó con el gol en dos ocasiones. Xumetra sacó un latigazo que rozó el larguero del arco del Hellas. El Levante se mantenía firme en la retaguardia y trataba de proyectarse hacia la meta italiana. El modus operando era diáfano. El balón se convertía en un bien que hay que respetar al máximo y siempre que no haya salida parece aconsejable mirar hacia atrás, para volver a empezar, antes que aventurar un balón en profundidad sin un destino claro y establecido. Con esa propuesta y con el gol llamando a la puerta del Levante, arribó la acción del penalti que materializó Iborra con tranquilidad. No se descompuso el Levante tras la igualada del Verona en una jugad que se fue envenenando hasta concluir en el interior de la meta de Keylor. Su proposición nuca se alteró, si bien para rasgar el marcador tuvo que intervenir Ivanschitz con calidad y eficiencia desde la estrategia.