Los dodecaedros romanos son objetos de bronce milenarios con doce caras pentagonales y círculos perforados. No se conoce su función exacta, pero se han formulado varias hipótesis. Han sido encontrados en Europa y se estima que pueden haber más en colecciones privadas. El último ha sido encontrado en Bélgica por un arqueólogo aficionado. Aunque se han propuesto varias teorías sobre su función, incluyendo brujería y videncia, no existe una explicación concluyente.
Hay algunas teorías que sugieren que los dodecaedros romanos podrían haber sido usados como juguetes, herramientas matemáticas, amuletos o talismanes. Sin embargo, no hay suficiente evidencia para respaldar estas teorías y su verdadera función sigue siendo un misterio. La falta de registros históricos sobre ellos también dificulta la tarea de descubrir su uso original. Es posible que con más investigaciones y descubrimientos futuros se pueda llegar a una comprensión más clara de su papel en la antigua sociedad romana.
Además de las teorías mencionadas anteriormente, algunos estudiosos también han propuesto que los dodecaedros romanos podrían haber sido usados en ceremonias religiosas o para medir el tiempo o la distancia. Sin embargo, estas teorías también carecen de pruebas concretas y son especulativas.
Es importante destacar que los dodecaedros romanos son objetos muy raros y valiosos desde un punto de vista histórico y arqueológico. Su estudio puede proporcionar información valiosa sobre la antigua sociedad romana y sus costumbres. Por esta razón, es importante que se protejan y conserven para las generaciones futuras y para que se puedan continuar haciendo investigaciones sobre ellos.
El primero se encontró en 1739 en Aston, Inglaterra, y desde entonces se han descubierto unos 120 en Europa, más los que pueda haber en colecciones privadas o aún enterrados. El último ha aparecido en la localidad belga de Kortessem. Un arqueólogo aficionado llamado Patrick Schuermans, que exploraba un campo de labranza con un detector de metales, se topó con un fragmento metálico de unos 6 centímetros que ha resultado ser un dodecaedro, y se lo entregó a la Agencia del Patrimonio de Flandes. “Se han formulado muchas hipótesis sobre la función de estos extraños objetos, pero no existe una explicación concluyente”, resume esa institución sobre unas piezas que no aparecen mencionadas en los textos históricos.
Además de su valor histórico y arqueológico, los dodecaedros romanos también tienen un gran interés desde un punto de vista estético. Su forma geométrica es muy interesante y su perforación con círculos y bolas en los vértices es un detalle que los hace únicos.
También es importante mencionar que los dodecaedros romanos son un ejemplo de la habilidad técnica y la destreza en la fabricación de objetos de bronce en la antigua sociedad romana. Su producción requería un alto nivel de conocimiento y habilidad en la forja y el modelado de metal, y su preservación a lo largo de los siglos es un testimonio de la calidad de su fabricación.
Se especula entre sus posibles usos el que fuesen candeleros (se encontró cera dentro de dos artefactos); dados; dispositivos para determinar la fecha óptima de siembra para el grano de invierno; calibradores para calibrar tuberías de agua; bases para sostener el águila romana, estandarte del ejército; o un artefacto para tejer los dedos de los guantes de lana. El uso como un instrumento de medida de cualquier tipo parece improbable ya que los dodecaedros no estaban estandarizados y vienen en muchos tamaños y disposiciones de sus aberturas. También se ha sugerido que pueden haber sido artefactos religiosos, o incluso dispositivos de adivinación. Esta última especulación se basa en el hecho de que la mayoría de los ejemplos se han encontrado en sitios galo-romanos.6 Varios dodecaedros fueron encontrados en escondites de monedas, proporcionando la evidencia que sus dueños los consideraban objetos valiosos. Se han encontrado dodecaedros más pequeños con las mismas características (agujeros y perillas) y hechos de oro en el sudeste de Asia. Se han utilizado para propósitos decorativos y los artefactos más tempranos parecen ser de la época romana.
En resumen, los dodecaedros romanos son objetos fascinantes e interesantes desde varios puntos de vista y su estudio y conservación son importantes para preservar y comprender la historia y la cultura antigua de Roma.