El traje que llevaba El Gran Kahan en ‘Els viatjes de Marco Polo’ (1996), la escenografía que ambientó ‘Amada Candela’ (2007) o ‘Pinotxo’ (1989), marionetas que aparecieron en ‘Tirant Lo Blanc’ (1986), fotos de ‘La Guerra dels Mons’ (1989) o el cartel original de una pieza tan mítica en la cultura valenciana reciente como ‘El llibre de la selva’ (1995), realizado por el artista plástico Sento. Visitar la muestra que se ha presentado hoy en el MuVIM es como hacer un curioso paseo por las últimas décadas del teatro valenciano. La diputada Mª Jesús Puchalt, delegada del área de Cultura y Cristóbal Grau, Diputado de Teatros, han inaugurado la exposición ‘30 anys de l’Escalante’, un recorrido por facetas poco conocidas del Centre Teatral de la Diputació de València que conmemora su trigésimo aniversario.
“Era necesario hacer este reconocimiento al Escalante, todo un puntal de la escena valenciana” ha declarado Puchalt, recordando los más de 40 espectáculos producidos y otros tantos galardones recibidos, entre los que destacan tres Premios Max, el Premio Nacional de Teatro de ASSITEJ-España, cinco galardones de la Associació de Crítics de València, catorce Premis de les Arts Escèniques de la Generalitat Valencian o la medalla de plata de las Bellas Artes del Ministerio. Mientras que Grau ha señalado que “para la Diputación es un orgullo y un esfuerzo muy importante que este Centro Teatral siga funcionando desde hace 30 años a pleno rendimiento y con una calidad exquisita”.
Una larga trayectoria llena de éxitos en la que participa desde 1989 Vicent Vila como director, incorporando nuevas áreas a la producción y exhibición de espectáculos para niños: “Hace 20 años nos dimos cuenta de que la escena valenciana necesitaba un lugar donde poder formar a sus futuros profesionales y ofrecer cursos de especialización. Así surgió L’Escoleta y en todo este tiempo hemos podido ver que muchos de nuestros alumnos se han consolidado como grandes profesionales”, destaca Vila junto a algunas de las fotos de antiguas promociones en las que descubrimos los jóvenes rostros de actores que han pasado a formar parte del reparto de series de televisión o del elenco de montajes teatrales valencianos y nacionales.
Todo lo que esconde el telón
La Sala Papalló del MuVIM acogerá hasta el mes de marzo esta exhibición, comisariada por Paula Salinas, que permite conocer el trabajo y creatividad que hay en sobre las tablas, pero también en las bambalinas de un teatro.
“Una de las labores más intensas y gratificantes que realiza el Escalante es impulsar a los profesionales de las artes escénicas, algo que puede verse en esta muestra”, explica Vila, quien reconoce que lo más fácil es pensar en los actores, pero también hay diseñadores de vestuario, cartelistas, escenógrafos, músicos, maquilladores, técnicos… un sin fin de trabajadores detrás del escenario, como se aprecia en las más de 100 imágenes y objetos que componen esta exposición. “El objetivo de la muestra es que quienes la visiten puedan acercarse al teatro desde otro punto de vista, accediendo a una visión más completa de la puesta en escena de un espectáculo teatral”, asegura el director del Escalante.
Otra de las partes destacadas de la exhibición está dedicada al trabajo que desde hace 10 años realiza L’Espai d’Exposicions de l’Escalante, un departamento dedicado a acercar las artes escénicas a los niños mediante talleres, actividades y exposiciones. Precisamente, de las muestras que han creado en los últimos años vienen piezas como una intervención de Miquel Calatayud que representa el Globe Theatre, donde Shakespeare representaba sus piezas, o maquetas de escenografías creadas por artistas como Miró, Popova y Tatlin.
Una experiencia única en la escena nacional
La combinación de las tres áreas de trabajo del Escalante (producción y exhibición de espectáculos, formación para profesionales y didáctica para espectadores), así como su especialización en el público infantil, hacen de este Centre Teatral una experiencia única en el panorama nacional. “Cuando empezamos, nadie había probado a poner en marcha un teatro público solo para niños. Con el apoyo de la Diputación, tres décadas después seguimos siendo los únicos que trabajamos todas estas áreas, centrándonos siempre en el público infantil”, comenta Vila, “pero hemos demostrado que funciona ¡y estupendamente!”. Además del reconocimiento de la crítica a la calidad de sus montajes, una muestra de la aceptación del Escalante son los más de dos millones y medio de espectadores han pasado por su patio de butacas, que alcanza una media del 90% de ocupación en todas sus funciones, convirtiéndose en uno de los excepcionales casos de teatro público rentable.
“Entre semana, vienen los escolares, pero lo más curioso es que los domingos, en las funciones abiertas al público familiar, encontramos a padres que un día nos visitaron con el cole y hoy traen a sus hijos. También a adultos que vinieron acompañando durante años a niños que hoy han crecido, pero ellos siguen fieles al Escalante porque les gustan por las propuestas que programamos”, afirma Vila, quien reconoce que esto es posible gracias a que producen espectáculos con atractivos para todos los públicos, teniendo en cuenta que los fines de semana el 60% de los espectadores tiene más de 18 años.
“Hay muchas cosas del Escalante que la gente no imagina, por eso esta muestra es tan especial, porque nos ha permitido sacar a la luz mucho trabajo que quedaba eclipsado por los focos. Creo que la gente va a sorprenderse mucho y va a poder hacerse una idea de cómo ha ido evolucionando la escena valenciana en los últimos 30 años visitando la exposición”, comenta Vila. Además de ofrecer la oportunidad de hacer un pequeño viaje en el tiempo a todos los que alguna vez, cuando eran niños, se dejaron atrapar por la magia del teatro en una de las butacas del Escalante.
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