El papa Francisco partió hoy hacia Roma desde la norteña Ciudad Juárez, la última etapa de una intensa y emotiva visita a México en la que abordó los problemas del país, desde el narcotráfico hasta el drama de la migración.
El pontífice, visiblemente alegre, fue despedido por el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, y su esposa, Angélica Rivera, en el Aeropuerto Internacional Abraham González, y unos 5.000 fieles que acudieron a la ceremonia para darle el último adiós.