Hombre de nacionalidad española y de entre 41 y 65 años de edad. Este es el perfil actual de personas sin hogar en Valencia, según los datos del Departamento de Trabajo Social de Casa Caridad que cifra en más de 17.000 las pernoctaciones de personas que no tienen casa registradas de enero a octubre de este año. Un total de 660 pernoctaciones corresponden a menores que, junto a alguno de sus progenitores, han acudido al albergue de la Asociación, el único de la ciudad que acoge a hombres, mujeres y niños, y a mayores de 65 años. En el caso de los niños, se procura que el paso por el albergue sea lo más corto posible y durante el tiempo que dura la estancia, si son menores de 3 años, son atendidos en la Escuela Infantil de la Asociación.
En cuanto a la presencia de mujeres, se ha incrementado en los últimos años hasta representar un 33% del total de usuarios del albergue en 2013.
Respecto a la nacionalidad, a pesar de que entre el año 2000 y el año 2007 la llegada masiva de inmigrantes a nuestro país hizo aumentar el número de extranjeros en las calles (principalmente nigerianos, marroquíes, búlgaros y rumanos), en 2008 los españoles volvieron a ocupar la mayoría de las camas del albergue. Actualmente representan el 58% de los usuarios frente al 42 por ciento de extranjeros.
El “II Informe de las Personas Sin Hogar en Valencia”, elaborado a partir de los datos de Casa Caridad, evidencia que las personas sin hogar se han vuelto más “invisibles” si cabe a los ojos de la sociedad a consecuencia de la crisis. Los problemas económicos que, desgraciadamente, han ido afectando cada vez más a distintos estratos sociales, han desplazado de la conciencia ciudadana a los sin techo, personas que han perdido sus redes familiares y se encuentran sin empleo, sin ingresos y sin hogar.
“No nos podemos olvidar que tenemos un porcentaje de población en riesgo de exclusión social y que tenemos que luchar para que salgan de esta situación. Para todos ellos es importante saber que se les sigue teniendo en cuenta”, ha afirmado Cristina Sánchez, responsable del departamento de Trabajo Social de Casa Caridad.
Mayor deterioro de los usuarios
En este 2014, los trabajadores sociales de la Asociación han detectado un mayor deterioro físico y cognitivo de las personas atendidas. Y es que, con el paso del tiempo, la situación de estos usuarios sin hogar, que no logran reinsertarse en la sociedad, se cronifica.
“A los problemas de la vivienda y el desempleo se unen otras problemáticas añadidas, causa o consecuencia de su vida en la calle, como las adicciones o los problemas mentales, por lo que las posibilidades de reinsertarse en la sociedad se complican cada vez más para este colectivo”, ha añadido Sánchez.
El albergue de Casa Caridad es un recurso de primera acogida, un puente entre la vida de la calle de las personas sin hogar y los recursos específicos (pisos compartidos, habitaciones de alquiler, residencias de tercera edad…). Los usuarios de este servicio desayunan, comen y cenan en la Asociación, y llevan un seguimiento personalizado a través de entrevistas con los trabajadores sociales.
VLC Noticias | Redacción