El presidente de la Federación de fútbol de Australia, Frank Lowy, iba a darle el trofeo de campeón de liga al Melbourne City, que había logrado llevarse el campeonato al vencer por 3-0 al Sídney, cuando los escalones le jugaron una mala pasada. El hombre, de 84 años, tropezó y se colgó del trofeo para evitar caer, pero terminó en el césped. Lowy se puso en pie por sus propios medios y continuó en la ceremonia.