Las gasolineras que hay en la ronda del centro histórico de Valencia, en Xátiva, Guillem de Castro y Parterre, continúan operativas a pesar de los reiterados compromisos del equipo de gobierno para su traslado y de que el edil de Urbanismo, Alfonso Novo, anunciara que las gestiones están muy avanzadas en la comisión de Urbanismo de enero de 2012, según ha denunciado el grupo socialista del Ayuntamiento de Valencia.
Para el edil socialista, Vicent Sarriá, ¨el traslado de las tres gasolineras que todavía permanecen en la primera ronda de la ciudad, en pleno centro histórico, mejorarían las zonas en que se ubican, además de garantizar una mejor estética y sobretodo seguridad para la movilidad de las personas, ya que en todos los casos puede recuperarse espacio público para los peatones.
El traslado de la gasolinera situada junto al Instituto Lluís Vives, mejoraría el entorno de este edificio protegido y supondría una garantía para la seguridad vial, además de facilitar el acceso al garaje disuasorio de la Plaza de San Agustín, ubicado a escasos metros, y evitar posibles accidentes dada la proximidad de un paso de peatones muy utilizado.
El del Parterre es la estación más urgente de traslado
Para Sarriá, quizá el traslado más urgente, es la ubicada en el Parterre, por los posibles daños que sus depósitos puedan estar causando a los Ficus centenarios del jardín histórico. Como es conocido, se encuentra frente al Palacio de Justicia, junto a la calle de la Paz, un itinerario de entrada a la Ciutat Vella con edificios bien conservados muy utilizado como acceso peatonal por vecinos y turistas.
Para Sarriá, con la desaparición de esta gasolinera podría plantearse una intervención de calidad en el espacio público orientada a comunicar los jardines históricos de la Glorieta y el Parterre, reduciendo drásticamente los accesos en vehículos motorizados al centro histórico por esta calle monumental.
Y por último, para Sarriá, la gasolinera de Guillen de Castro, situada en la proximidad de las torres de Quart, causa un impacto ambiental severo y distorsiona el paisaje urbano. Su traslado facilitaría además una urbanización del espacio público que permitiría eliminar el viario situado junto a las viviendas para recuperar una pequeña zona verde, mejorando sensiblemente el lugar para el encuentro ciudadano.
Para el concejal socialista estas actuaciones no supondrían coste alguno para las arcas municipales por el cese de la actividad, ya que se debería gestionar el oportuno convenio de colaboración para su reubicación en otros espacios en las rondas de la ciudad, y por el contrario la transformación del espacio urbano en un lugar tan sensible como la Ciutat Vella mejoraría sustancialmente la calidad de vida de vecinos y visitantes.
VLC Ciudad/Redacción