El reconocimiento facial automatizado de sospechosos entre las 67 mil fichas policiales, otra potente herramienta de identificación
La elaboración anual de una decena de retratos robot ayuda a la Ertzaintza a resolver delitos graves
La Ertzaintza utiliza como herramienta de investigación la elaboración de retratos robot para la identificación de delincuentes en delitos graves como homicidios, agresiones sexuales o robos violentos principalmente. La Policía Científica, encargada de esta especialidad, elabora de media al año una decena de imágenes de sospechosos basados en el testimonio de víctimas y testigos. El retrato obtenido se coteja con las 67 mil fichas policiales de detenidos con que cuenta la Policía Vasca y se distribuye a todas la Unidades hasta identificar al sospechoso. Desde el inicio de este servicio la Ertzaintza ha confeccionado un total de 229 retratos policiales
Una tarde de 2011 dos agentes de investigación de la Comisaría de Gasteiz salían del edificio policial en vehículo a la búsqueda del autor de una agresión sexual llevando en la mano un retrato robot elaborado horas antes por expertos de la Policía Científica. En ese momento el sospechoso, que pasaba en bicicleta por la acera del edificio policial, fue reconocido, identificado y detenido. Aunque sorprendente, es un ejemplo de la eficacia del retrato robot como elemento clave para resolver algunos delitos en los que se cuenta con testigos directos con capacidad para ofrecer una descripción del rostro del autor.
La Ertzaintza comenzó a utilizar esta herramienta de investigación en 1989. Siempre se han usado programas informáticos para la confección de este tipo de retratos. Aquella primera aplicación se cambió por una más moderna en 1995. En la actualidad y desde 2005 se emplea otro programa más avanzado denominado Facette, de origen alemán.
Este programa es manejado por un grupo de 6 agentes de la Sección de Identificación de Personas de la Policía Científica de la Ertzaintza. El trabajo de estos ertzainas es delicado, especialmente cuando tratan con víctimas de hechos violentos. En 2006, esos expertos recibieron formación específica sobre Psicología del Testimonio impartida por profesores de la Universidad de Deusto. Desde el inicio del servicio la Ertzaintza ha confeccionado un total de 229 retratos policiales
Confección del retrato
Cuando se ha producido un delito grave como terrorismo, homicidio, agresión sexual, robo violento u otro que cree alarma social, los agentes de investigación sondean entre víctimas y testigos a ver si han podido ver la cara del delincuente y son capaces de recordar.
Los expertos reconocen que sólo en contadas ocasiones se obtienen “parecidos notables” pero siempre el retrato robot permite unificar los criterios de los testigos y contar así con la imagen de una persona que en líneas generales se parezca a la del sospechoso.
“El triángulo formado por los ojos y el mentón, es la clave principal de un rostro” afirma uno de los expertos. El pelo de la cabeza y la barba se puede alterar fácilmente en pocas horas pero ese triángulo facial permanece siempre.
La entrevista se realiza normalmente en la sede policial y a ser posible en las primeras horas tras ocurrir el delito. Se trata de evitar que los recuerdos se vayan diluyendo en el tiempo y de que se produzcan contaminaciones entre testigos. En ocasiones, los agentes se han tenido que trasladar a un centro hospitalario donde la víctima se encontraba ingresada.
En agosto de 2012 una mujer sufrió, en una localidad alavesa, el robo de las joyas que llevaba en cuello por medio del tirón de un desconocido. Víctima y agresor se “cruzaron las miradas” antes de que el delincuente huyera con el botín. Esa mirada permitió elaborar un retrato fiable del asaltante. Con la imagen obtenida se logró poco después una identificación positiva y la resolución del delito.
La confección del retrato robot lleva unos 90 minutos. El testigo debe ponerse en la situación en la que ocurrió el hecho delictivo, tratar de recordar el máximo número de detalles y responder a las preguntas del agente sobre la descripción del autor: edad, sexo, tipo de rostro, características de ojos, nariz, boca, orejas, cejas, pómulos y otros rasgos.
El programa cuenta con un catálogo de todos esos elementos. Por ejemplo hay 42 tipos de narices, 231 de ojos y 19 de bocas. Sin embargo, los ertzainas han incrementado por decenas ese catálogo con elementos singulares obtenidos de fotografías de fichados, especialmente de tipos de cabello y peinados. En todos los casos esos elementos pueden ser modificados y adaptados a la descripción del testigo. Todo ellos permite contar con más posibilidades de obtener un resultado final preciso.
Menores y mujeres
Los menores de edad, por que tienen menos prejuicios y estereotipos, y las mujeres por su calidad a la hora de recordar y describir detalles físicos, son los mejores testigos para conseguir un buen retrato policial, reconocen en la Sección de Identificación de Personas.
A pesar de que la inmediatez es importante, en una ocasión una mujer se cruzó con su agresor sexual dos años después de ocurrir el hecho. Horas después participó con los ertzainas de la Policía Científica en la confección del retrato del sospechoso. Gracias a la imagen obtenida pudo ser identificado y detenido.
Al retrato robot conseguido se acompaña un informe escrito en el que entre otros aspectos el agente valora la calidad del testimonio y el posible grado de parecido con el autor.
Una vez obtenida la imagen, el ordenador lo codifica en una infinidad de combinaciones binarias, a las que se traducen todas las características físicas del rostro: distancia entre ojos, grosor de los labios o la forma y tamaño de la nariz, entre otras muchas.
Ese rostro, traducido a combinaciones numéricas, es cotejado con Morfo, el sistema informático donde la Ertzaintza almacena en la actualidad miles de fichas policiales, que han sido codificadas de la misma forma.
Si el resultado es positivo, los investigadores ya tienen entonces un sospechoso al que localizar. En caso contrario, la imagen se distribuye entre todas las Unidades de la Policía Vasca hasta poner nombre a ese rostro.
Identificación entre 67 mil
Además del retrato robot, la Ertzaintza cuenta con un sistema de reconocimiento facial que le permite contrastar cualquier fotografía de cara de un sospechoso y localizarlo entre la base de datos de reseñas policiales. Una base que en la actualidad cuenta con más de 67.000 fichas de personas que han sido detenidas por la Policía Vasca desde su creación. En cuestión de segundos el programa informático Morfo sugiere una o varias imágenes de detenidos que pueden corresponder con el rostro a identificar. La confirmación final la realiza un agente experto que valida el trabajo de la máquina.
Esta herramienta se utiliza durante el proceso de investigación de un caso cuando los agentes obtienen fotografías de personas sospechosas, pero de los que no se conoce su identidad. Investigaciones de terrorismo y de otros hechos violentos han obtenido avances significativos gracias a esta aplicación informática.