El Nokia 105 de Microsoft es un teléfono celular extremadamente económico: cuesta nada más USD 20. Medianamente resistente al agua y a prueba de polvo, el 105 ha sido fabricado para ser duradero. Según la BBCbritánica, esas son algunas de las razones por las que es el teléfono favorito del Estado Islámico.
Según la cadena, el grupo extremista no lo utiliza para hacer llamadas, sino en la fabricación de bombas.
Conflict Armament Research (CAR), un grupo de investigación de armas con sede en Londres, analizó 700 componentes recuperados de bombas y dispositivos sin detonar del ISIS y encontró que el Nokia 105 es rutinariamente utilizado para detonaciones remotas.
El CAR explica que el ISIS depende de productos comerciales de uso civil para fabricar la mayoría de sus artefactos explosivos.
La BBC detalla que el Nokia 105 de Microsoft, una versión actualizada del Nokia 1280, mantiene algunas características técnicas de su predecesor, como la pantalla de 1,45 pulgadas y una pila de 800 mAh capaz de ofrecer 15 horas de conversación o 35 días en espera.
Y este es otro de los puntos fuertes del dispositivo, especialmente en un momento en el que la mayoría de los terminales no aguanta ni un día sin pasar por el enchufe.
El móvil incluye, además, radio FM y viene con funcionalidad y características mejoradas: ahora está disponible en la variante Dual SIM e incluye un almacenamiento ampliado para 2.000 contactos.
La vinculación del Nokia 105 con el ISIS probablemente no gustará a la empresa, que sin embargo no puede hacer mucho para evitar el uso que le dan los fundamentalistas islámicos, asegura la cadena británica.
De hecho, no es el único componente de uso civil empleado para la fabricación de explosivos artesanales.
Otros de los utilizados por el Estado Islámico son el nitrato de amonio –un fertilizante común y que es el explosivo preferido por el grupo–, pasta de aluminio, cable eléctrico, detonadores, componentes electrónicos o algo tan aparentemente inocente como agua oxigenada.
El CAR indicó que, debido a la proximidad, la mayoría de los componentes vienen de empresas en Turquía e Irak y son comprados de forma legal.
Según el grupo de investigación, estas empresas podrían no saber que las piezas son adquiridas por los extremistas, ya que la mayoría de las partes también son utilizadas con propósitos civiles, como la minería, por lo que es sencillo obtenerlas.
Pero la red de adquisición se extiende por 20 países y algunas de las partes tienen orígenes en lugares tan remotos como Estados Unidos, Brasil, China y Japón.
“El hallazgo más sorprendente del reporte es que el Estado Islámico es prácticamente autosustentable en sus áreas de operación en términos de adquisición de armas y otros productos estratégicos”, dijo James Bevan, director ejecutivo de CAR. “Tienen acceso a muchos productos disponibles de manera comercial en la región”, agregó.