La Sala de lo Penal de alto tribunal duda de la veracidad del testimonio de la menor y no considera probados los hechos imputados
La Sala delo Penal del Tribunal Supremo ha anulado la sentencia de la Audiencia Provincial de Almería, puesto que según el alto tribunal, sólo tuvo en cuenta el testimonio de la víctima, que entonces tenía 12 años de edad, y rechazó el del hermano de la niña por la imposibilidad de que recordara con exactitud los hechos debido al tiempo transcurrido.
Ahora el Supremo, después de examinar el vídeo del juicio celebrado en 2013, considera clave ese testimonio del hermano que aseguró que su hermana le dijo un año antes del juicio que la denuncia que había presentado contra su padre era falsa y que la interpuso porque la madre le presionó. También valora que el testigo siempre dormía con su hermana en la misma habitación, lo que haría imposible el hecho denunciado sin que él se apercibiera.
La Sala de lo Penal aprecia el testimonio de la última compañera del acusado, que la sentencia de instancia desatendió argumentando que su presencia en el escenario de los hechos era irrelevante.
La sentencia sostiene que la mujer se habría dado cuenta de un gesto tan extraño como el abandono por parte del condenado de su dormitorio, donde estaba con ella, para ir al de su hija, donde supuestamente se produjeron los abusos en el año 2009. El Supremo duda del testimonio de la menor que denuncia a su madre cuando convive con el padre y al padre cuando lo hace con la madre, y que además se desdice de una de las denuncias.
La sentencia concluye que “existen dudas razonables subjetivas y que el tribunal de instancia debió objetivamente dudar de la veracidad del testimonio de la menor aparentemente víctima y, por ello, de la imputación. Lo que implica falta de certeza suficiente para enervar la presunción de inocencia”.