Es un hecho. El famoso informe financiero de la ‘Due Dilligence‘ no arroja la menor sombra de duda: no hay dinero para fichar. Si bien es un hecho que la venta de Roberto Soldado solucionó el problema momentáneo de la caja, eso no significa que haya disponible como para fichar un jugador, no sin pasar luego penurias económicas de tesorería. Así están las cosas.
Con este escenario, el Valencia CF necesita desatascar dos operaciones que, a pesar de sonar las primeras como posibles salidas este verano, han terminado eternizándose en el tiempo: Pablo Piatti y Aly Cisshoko. Lejos quedan ya los rumores de interés de algunos clubes, especialmente del Este de Europa, por el argentino. Y el caso del galo está en compás de espera tras hacer el Valencia su contraoferta al Liverpool.
Así las cosas, Piatti ya sabe que no cuenta para Djukic y de hecho, se entrena con el filial valencianista. Pero de momento, ninguna de las ofertas que han llegado convencen al jugador argentino, aunque el último en interesarse ha sido el Rennes francés, entrenado por el ex técnico de la Real Sociedad, Montanier. Los franceses estarían dispuestos a pagar un millón de euros de la ficha del argentino (que cobra 1’3 milones) aunque el Valencia cree que podrían llegar a pagar un traspaso si no pasa de los 2 millones y medio. El caso de Cisshoko es más sencillo: sólo cabe esperar.
La operación salida se le atraganta al club de Mestalla, pese a que este verano no se le puede achacar precisamente falta de efectividad en tal capítulo. De hecho, el Valencia CF se ha revelado como un equipo vendedor en los últimos cinco años, desde la venta de los Villa, Silva, Mata y compañía, y con Roberto Soldado como último capítulo en lo que a grandes ventas se refiere.
Sin embargo, la delicada situación económica del club provoca que, un año más, se pueda decir, sin miedo a equivocarnos, que el Valencia CF necesita dejar salir antes de dejar entrar, como en el metro.
VLC Noticias / Redacción