Nerón, una de las figuras más enigmáticas y polémicas de la historia romana, subió al trono como el último emperador de la dinastía Julio-Claudia en el año 54 d.C. Su reinado, que duró hasta el 68 d.C., estuvo marcado por lujo desenfrenado, ambiciosos proyectos de construcción, y un patrocinio sin precedentes de las artes, pero también por acusaciones de tiranía, brutalidad y locura. Uno de los episodios más dramáticos y decisivos durante su gobierno fue el Gran Incendio de Roma en el 64 d.C., un desastre que destruyó gran parte de la ciudad y dio lugar a rumores que han perdurado por milenios. A pesar de las acusaciones de haber iniciado el incendio para su propio beneficio, Nerón siempre ha sido una figura de intensos debates y especulaciones. En esta entrevista imaginaria, exploramos la perspectiva de Nerón sobre este evento catastrófico, ofreciendo una visión de las decisiones y el contexto que definieron uno de los momentos más infames de la antigua Roma.
Entrevistador: Emperador Nerón, su reinado ha sido objeto de mucha controversia y especulación, especialmente en lo que respecta al Gran Incendio de Roma. ¿Podría contarnos desde su perspectiva qué sucedió durante esos días de julio del 64 d.C.?
Nerón: Claro, el incendio fue una tragedia inmensa para Roma, la magnitud de la destrucción fue algo que nunca había sido visto. Comenzó en las tiendas alrededor del Circo Máximo y se extendió rápidamente debido a los fuertes vientos y a la construcción de madera de muchos edificios. Como emperador, mi principal preocupación era la seguridad y el bienestar de mis ciudadanos. Contrario a lo que algunos historiadores y rumores populares pueden sugerir, no estaba en Roma cuando el fuego comenzó. Regresé inmediatamente cuando me informaron para organizar un esfuerzo de rescate y ayudar en las tareas de extinción.
Entrevistador: Ha habido rumores persistentes de que usted personalmente tuvo un papel en iniciar el fuego, incluso algunas narrativas lo describen cantando mientras Roma ardía. ¿Qué tiene que decir sobre estas acusaciones?
Nerón: Esas acusaciones son completamente infundadas y maliciosas. Es cierto que después del incendio tomé la iniciativa de reconstruir Roma de acuerdo con un diseño más ordenado y magnífico, lo que incluyó la construcción de mi Domus Aurea, un palacio vasto y hermoso. Pero decir que inicié el fuego es un absurdo. Esos rumores probablemente se originaron entre mis opositores y aquellos que se beneficiaron de la agitación política que siguió al incendio.
Entrevistador: ¿Cómo manejó la crisis durante y después del incendio?
Nerón: Durante el incendio, abrí mis palacios para dar refugio a los desplazados y ordené que se distribuyeran alimentos. Después del incendio, tomé medidas para reconstruir la ciudad de manera que fuera menos susceptible a futuros incendios. Esto incluyó regulaciones sobre la altura de los edificios y el uso de materiales más resistentes al fuego. También se crearon amplias calles y espacios abiertos para evitar que un desastre similar volviera a ocurrir.
Entrevistador: ¿Qué impacto cree que tuvo el incendio en su reinado y en la historia de Roma?
Nerón: El incendio de Roma fue, sin duda, uno de los eventos más significativos de mi reinado. Afectó profundamente la dinámica social y económica de la ciudad. A pesar de los desafíos, intenté usar la reconstrucción como una oportunidad para mejorar la ciudad. Sin embargo, soy consciente de que mi reinado es visto por muchos historiadores bajo una luz negativa, y el incendio a menudo se cita como un punto de inflexión. Mi esperanza es que con el tiempo, los estudiosos puedan ver las acciones que tomé en un contexto más balanceado y comprender que mi intención siempre fue el bienestar de Roma.