El Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid vivió toda una decepción con el triunfo de Francia sobre España en cuartos de final, que deja fuera del Mundial al equipo de Juan Antonio Orenga. Incomprensiblemente, la afición lucha por entender cómo un equipo que ha ido arrasando a cuantos rivales se le han puesto delante, ha sido capaz de sucumbir ante unos franceses a los que bastó una buena defensa para maniatar a los nuestros.
Todavía no es posible entender cómo Ibaka ha podido acabar el partido con dos puntos, Ricky Rubio con 4, Marc Gasol con 3, o Sergio Rodríguez en blanco. El juego francés, basado en una defensa muy física y una actitud atrevida rallana en lo chulesco, se arrancó desde el minuto uno con un parcial demoledor que sólo un rapidísimo Ricky consiguió devolver a las tablas al final del primer cuarto (15-15).
El segundo continuó con el naufragio español cada vez más patente. Faltaba la magia de Navarro y la furia de Llull. Y entre los dos obraron el milagro nada más volver de vestuarios hasta dejar a España un solo punto por encima de los galos. Un solitario triple de 11 intentos retrataba a una selección totalmente desdibujada, que mostraba sus miserias ante un rival que le tenía todas las ganas del mundo y algunas más.
Las polémicas palabras del ex taronja Pietrus antes del partido se convirtieron en realidad en un conato de tangana por un encontronazo suyo a Pau Gasol que hizo saltar al pasional Llull, al que propinó un golpe. La cosa pudo acarrear más problemas aún a los españoles, ya víctimas del desánimo y la impotencia. Sin embargo, la cosa hasta salió bien para los nuestros saldando el episodio con una técnica para el francés, otra para Llull y, eso sí, uno de los dos tiros libres con el que puso a España un punto arriba.
El tercer cuarto acababa con todo por decidir (42-43) y dejaba el último parcial como un mini partido con mucha tensión, muchos nervios y con la afición y los jugadores sin poder despertarse de la pesadilla. El último cuarto comenzaba con un 9-2 de salida favorable a Francia dejando en el luminoso un peligroso 51-45 a seis minutos del final. Fue un hachazo casi definitivo. Pero volvía Pau Gasol -el único que se salvó de la quema- al rescate y nivelaba un poco las cosas.
A dos minutos para el final, España estaba cinco por debajo y Orenga colocaba en pista al cinco de gala, el reciente papá Marc Gasol incluido, pero el de Grizzlies no tenía su día. Las posesiones españolas no entraron y las francesas sí. Así de sencillo. Francia será la ‘perita en dulce’ que se enfrentará a la Serbia del controvertido Shasha Djordjevic.
VLC Noticias | Javier Furió. Fotos: FEB