La Policía neoyorkina se encuentra en estado de alerta a raíz del asesinato a sangre fría de los agentes Rafael Ramos y Wenjian Liu el sábado pasado. Autoridades y sindicatos sugirieron extremar las medidas de seguridad. Ya se han producido siete detenciones en torno a esta situación.
La policía de Nueva York informó de que tres de las siete detenciones por estas amenazas se practicaron el miércoles, incluyendo un hombre de 41 años que llamó a la comisaría a la que pertenecían los dos policías que fueron asesinados.
Al parecer, el sujeto, Tyrone Melville, de 41 años, llamó a esa comisaría preguntando por el agente Ramos, uno de los asesinados el sábado, y haciéndose pasar por su homicida, Ismaayil Brinsley, y amenazó con matar a más agentes.
Ayer también se entregó a la Policía un hombre de 26 años, Jose Maldonado, que había colocado un aviso en su página de Facebook, en el que anunciaba estar dispuesto a salir a la calle “y matar a dos policías” él mismo.
Puso el aviso acompañando de fotos de los dos agentes asesinados e imágenes de dos metralletas.
Además, Elvin Payamps, de 38 años, fue detenido el miércoles porque alguien lo escuchó hablando por teléfono sobre su intención de matar policías, y cuando la Policía llegó a su casa encontró una escopeta y una pistola sin el permiso correspondiente.
Las otras cuatro personas detenidas, con edades comprendidas entre los 16 y los 52 años, fueron arrestadas entre el lunes y el martes.
Dos de ellas, por colocar también amenazas de muerte contra la Policía en Facebook y otros dos por llamar a la Policía para dar informes sobre personas que querían asesinar a agentes que resultaron ser falsos.
La Policía de Nueva York ha investigado desde el pasado fin de semana decenas de casos parecidos. En algunos se trata borrachos o de gente que lanza exabruptos violentos, por lo que los cuerpos de seguridad se están concentrando en los casos más graves.
El asesino de los dos policías, que tenía problemas mentales, anticipó el ataque y lo vinculó con la muerte de dos ciudadanos negros que murieron a manos de la Policía en los últimos meses.
Las muertes de Eric Garner en Nueva York, en julio, y de Michael Brown, en Missouri, en agosto, han desatado numerosas protestas y una ola de indignación después de que se conociera que no se presentarán cargos penales contra los agentes involucrados en los dos hechos.
VLCNoticias|Redacción