La feria de la juventud y la infancia abre sus puertas con un mix entre actividades clásicas, zonas vacías y una que otra sorpresa que salva el día.
Expojove 2024-2025 ya está aquí, instalada en los pabellones de Feria Valencia en Benimamet, y como cada año, promete ser el plan estrella para miles de familias durante las vacaciones navideñas. La afluencia masiva al primer día confirma el éxito de convocatoria, aunque el contenido deja entrever que, quizá, más de uno esperaba algo más. Entre juegos de madera, espacios desangelados y un rocódromo que ha resultado ser la estrella inesperada, el evento pone sobre la mesa una vez más el debate sobre si cantidad y calidad están en el mismo equipo.
Un Primer Día con Sabor a Déjà Vu
Recorrer Expojove es una experiencia curiosa. El primer pabellón, fiel a los formatos de años anteriores, está dedicado a juegos sencillos como pintacaras, dibujos y espectáculos genéricos. Hasta ahí, todo correcto, pero lo que realmente llama la atención es lo vacío que luce el resto del espacio. Los stands parecen decorativos más que funcionales, y las actividades interactivas brillan por su ausencia.
Los padres, con paciencia de hierro, acompañan a sus hijos por pasillos que se sienten más como una zona de paso que como una parte activa de la feria. Si algo queda claro es que este pabellón inicial necesita una buena dosis de innovación para romper con la monotonía.
Los Destacados: Rocódromo y Mascleta Virtual
Por suerte, no todo es moqueta y silencio. Entre los pocos pero destacados aciertos está el pabellón de la Diputación de Valencia, que ha logrado acaparar la atención con un rocódromo que no solo invita al movimiento, sino que también genera largas colas de espera. Sin duda, una propuesta que demuestra que, cuando se apuesta por lo interactivo, el éxito está asegurado.
Otro punto de interés viene de la mano de la Junta Central Fallera. Su mascleta virtual está causando furor entre los asistentes, y no es para menos: pocas cosas pueden competir con la emoción de una mascleta adaptada a las nuevas tecnologías. Por desgracia, su otro stand, dedicado al concurso de maquetas y un par de mesas para pintar, no logra mantener el mismo nivel de emoción.
El Stand Militar: Menos Tanques, Más Curiosidad
El ejército también hace acto de presencia en Expojove, aunque con un enfoque más discreto que en años anteriores. Este año no hay tanques, pero sí vehículos militares y la Policía Militar, que parecen haber encontrado su público entre los pequeños curiosos que disfrutan de las actividades en directo. Si bien sigue siendo un tema polémico para algunos, la presencia militar no pasa desapercibida y divide opiniones entre los asistentes.
Lo Justo y Necesario: Sanidad y su Micro Stand
El premio al minimalismo institucional se lo lleva, sin duda, la Conselleria de Sanidad. Su stand, de apenas 50 metros cuadrados, cuenta con una ambulancia y un taller básico de reanimación cardiopulmonar (RCP). Una actividad útil, sí, pero que queda un tanto deslucida frente a otras propuestas más completas y participativas.
Mucho Espacio, Poca Sustancia
Una crítica recurrente entre los asistentes es la cantidad de zonas vacías o dedicadas exclusivamente al descanso. Si bien es positivo contar con espacios para relajarse, el equilibrio parece estar mal gestionado. La sensación general es que muchos de los pabellones están “rellenados” más que ocupados con contenido relevante.
¿Hacia Dónde Va Expojove?
Expojove tiene el potencial de ser mucho más que una feria para pasar el rato. Con una afluencia masiva y un público fiel, podría convertirse en un referente de innovación y entretenimiento infantil. Sin embargo, las decisiones actuales parecen priorizar la cantidad de stands y metros cuadrados sobre la calidad de las propuestas.
¿Será hora de replantear el formato para darle un aire fresco? ¿Qué actividades innovadoras te gustaría ver en Expojove?